La final Brown – Huracán, 15 años después
Desde el próximo 4 de julio, la Banda y el Globo se enfrentarán en una serie final al mejor de cinco partidos para definir al campeón del torneo Nahuel Monzani, nombre que honra a un joven que también hizo del básquet su pasión. Pero esta final no es una más. Es el reencuentro con una postal que el tiempo había archivado: la última vez que Brown y Huracán se miraron a los ojos con un título en juego fue en 2010. Han pasado 15 años.
por REDACCIÓN CHUBUT 30/06/2025 - 00.00.hs
Aquel torneo se llamó Raúl Silveira, en homenaje a otro ícono del básquet zonal y, sobre todo, de Huracán. En ese entonces, Brown llegaba con perfil bajo, tras haber sido tercero en la fase regular. En reclasificación barrió a Independiente, pero en semifinales lo esperaba el cuco: Deportivo Madryn, que venía de ganarle cuatro de seis partidos ese año, con Juan Manuel Iglesias como DT y el regreso de Maximiliano Riolfo para reforzar el sueño aurinegro.
La serie arrancó pareja. Brown ganó 69-68 en el Benito Garcia. Pero lo que parecía una revancha abierta en el Luján Barrientos terminó en escándalo: un golpe de puño de Diego Conti al árbitro Gabriel Velazco, a 2 minutos del final, dejó el partido inconcluso. Brown avanzó por la vía menos pensada. Un pase a la final marcado por el caos y la sorpresa.
Por su parte, Huracán venía firme. Primero sacó de la cancha a Racing y luego le tocó Germinal, el número uno de la fase regular. Nadie apostaba por el Globo, pero el equipo de Gustavo Álvarez sacó pecho: ganó por 20 en casa y por uno en Rawson. En Germinal jugaban apellidos que aún resuenan: Álvarez Ferranti, Yllana, Montoya, Borchuk, Epelé, Ibarrola, Loisaga. Pero no alcanzó.
La final se jugó en solo dos actos. El primero, en el Atilio Viglione, fue de Huracán: 71-65. El segundo, en un Benito García repleto y expectante, también fue para el Globo: 82-72. Y hubo vuelta olímpica. Y hubo lágrimas. Y hubo una camiseta roja y blanca volviendo a tocar el cielo.
Alejandro Ivetich fue la figura de aquella campaña. Intratable. Jugó como si supiera que sería su torneo. Lo acompañaron nombres que también quedaron en la historia: Paura, Maldonado, Den Daw, Vidal, Melgarejo, Ulik, Vicentella, Valda, Regulky, Fracalossi, Humphreys.
Brown tenía en el banco a Patricio De Negri y en la cancha a Gonzalo García, Faes, Veira, Manitta, Iturria, Teruggi, Luis Paz y un joven Mariano González, que aún hoy sigue en el equipo, como testigo del ayer y del ahora. Como un puente entre generaciones.
El tiempo pasó. Se fueron jugadores, cambiaron técnicos, crecieron los chicos que miraban desde la tribuna. Pero hay algo que no cambia: el valor de una final con historia. Y quince años después, esa historia continúa…
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