Las xilografías de Adrián Pandolfo llevan el corazón de la Patagonia a la city porteña
El artista plástico y docente Adrián Pandolfo expone hasta el 7 de diciembre en el Museo Benito Quinquela Martín de CABA su muestra de grabados titulada:“Sitios donde vivir apenas unos instantes”
por REDACCIÓN CHUBUT 23/11/2025 - 16.51.hs
La exposición puede ser visitada de martes a domingo de 10 a 18 horas en la sede del museo sito en avenida Don Pedro de Mendoza 1835, sala Eduardo Sívori.
Compuesta por treinta grabados donde se destaca “Somuncurá” una xilografía de 15 metros de extensión por 1 metro de alto con características de imagen panorámica que domina el centro del lugar de exposición.
”Mellevo muchos años su elaboración” admite el autor que vive con orgullo poder llevar al corazón de Buenos Aires las imágenes y sensaciones de la meseta central patagónica.
La más importante
En su trayectoria artística, que supera las tres décadas, Adrián Pandolfo admite que se trata de la exposición más importante que ha podido realizar.
“Para mi es la muestra más importante que he realizado, la más contundente, la más madurada”, describe.
Además, sé muestra muy agradecido a Víctor Fernández, el Director del Museo, por haberle brindado la confianza para exponer sus grabados.“Me brindo mucho respaldo, con todo su equipo, así montamos esta muestra, la fuimos armando en función de las medidas; de leer cada imagen y que cada visitante pueda sentir la meseta, el frio, el viento el calor”, ejemplificó.
Desafío enorme
Admite el artista que mostrar la meseta patagónica en el corazón de Buenos Aires,“fue un desafío muy grande porque es un museo que respeto mucho Ahí está la historia grande del arte argentino Está nuestro gran hacedor que es Benito Quinquela Martín”, señala.
Pero hay otros ingredientes que no son menores. Adrián era un niño cuando su padre lo llevaba de paseo al Museo Quinquela Martín para recorrerlo y allí también en su vida de estudiante de plástica volvió con compañeros a estudiar a los grandes maestros.
“Durante toda la preparación de la muestra sentí su presencia allí conmigo –de su padre- Siento que cierro un círculo fue una manera de reencontrarme con él, también con mis compañeros que fueron a ver la muestra”, expresa con algo de nostalgia.
Una vez y para siempre
Promediaba la década del 80 cuando Adrián Pandolfo con otros estudiantes de Bellas Artes, siguiendo los pasos de Esteban Ferreira, un muralista que se había instalado en Rawson, hizo que conocieran la Patagonia.
Quiso el destino que llegaran a la costa provenientes de la cordillera, atravesando el desierto patagónico, la meseta que se le iba a meter en lo más profundo de su corazón.
Así descubrió Los Altares y toda la maravilla de sus alrededores. Luego su destino profesional docente lo llevo a ser docente recorriendo cada pueblo, visitando a esas escuelas de Gan Gan; Chacay Oeste; Sepaucal y tantas otras comunidades.
“Me fui enganchando y quedando en esos lugares –recuerda-. “Dibujaba, tomaba apuntes y el paisaje se me fue metiendo. Ese paisaje no solo es una geografía, es además acervo cultural –remarca-. Hoy no puedo pensar mis trabajos si no tengo esa horizontal y a partir de allí nace esa historia”, revela.
Somuncurá
“Sitios donde vivir apenas unos instantes”, la muestra que Adrián Pandolfo exhibe en el museo Quinquela Martín incluye un trabajo que se podría decir resume el esfuerzo de buena parte de su vida artística. Es en sí mismo un homenaje, un agradecimiento a ese paisaje que lo cautivo desde muy joven y que recorrió en gran parte de su vida en la Patagonia.
Es una xilografía de 15 metros de extensión por un metro de alto, dispuesto en 22 planchas. Lleva por nombre Somuncura, como se denomina ese tramo geográfico que recorre Chubut y Río Negro en su parte central.
“No es una secuencia fotográfica –explica el autor- sino un recorrido sensitivo, llevo muchos años su elaboración”, reconoce.
Son imágenes que le quedaron en la memoria.
“Es como una instalación –explica- intente lograr un horizonte que te envuelve, da una panorámica que te rodea de alguna manera. Es un trabajo muy potente”, afirma.
Cada tramo del trabajo final tiene vida y sentido propio y se continua con el siguiente.
Voces que alientan
Como ocurre habitualmente en cada inauguración, hay expresiones de reconocimiento, de respaldo al esfuerzo al talento. Es el caso del maestro Carlos Scannapiecoque dijo en la inauguración:
“exponer es compartir un pedazo de uno mismo. En los grabados de Adrián Pandolfo aparecen recuerdos, emociones y esos vientos que atraviesan sus xilografías. Entre tintas, texturas y silencios de la naturaleza, sus obras hablan de soledad, pero también de encuentro…”.
Lo mismo ocurrió con el Director Víctor Fernández que señaló: “los grabados de Adrián Pandolfo se presentan como paisajes, aunque en realidad despliegan un sutil juego de simulacros e ironías visuales. Lejos de ofrecer la representación directa de un espacio natural, estas imágenes sugieren la ausencia del paisaje, o su huella apenas perceptible. En ellas, la naturaleza no es atrapada ni fijada en la mirada del grabador; por el contrario, se reinventa a través de formas ajenas, camaleónicas e indescifrables.
Cada estampa se configura así como un escenario de superficies y figuras en continua transformación, donde lo visible y lo intangible conviven en una tensión poética. El supuesto paisaje se plantea como un escenario —o el escenario como un paisaje—, la disposición de los elementos y el uso circular del espacio recuerdan las grandes pinturas panorámicas del siglo XIX, aquellas que en Europa y Estados Unidos se mostraban como espectáculos de masas, siendo atracciones que narraban la inmensidad del wilderness.
Sin embargo, mientras que esas obras estaban rodeadas de bullicio, decoración y espectáculo, los grabados de Pandolfo proponen el teatro del silencio, en el cual el paisaje se despliega como una escenografía y la ausencia es la principal protagonista”.
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