La simbología del gallo * Por Víctor Hugo Bassino
por REDACCIÓN CHUBUT 13/07/2014 - 00.20.hs
En el libro de Job se señala que a dos aves se les ha dispensado la facultad de previsión: al ibis, que anuncia las crecientes en el Nilo y al gallo, el nacimiento del día. Son por tanto símbolo de la inteligencia venida de Dios. En la Grecia clásica, por un lado se inmolaba el gallo a Aslepios (Esculapio), dios de la medicina, para obtener la salud y vencer la enfermedad y por el otro estaba consagrado a los dioses solares y lunares por lo que Pitágoras en Los versos de oro recomendaba:
«Alimentad al gallo y no lo inmoléis, pues está consagrado al sol y la luna». Con otro destino, el gallo era también sacrificado entre los helenos: como psicopompo, para anunciar una muerte en el otro mundo y conducir allí al alma de un difunto.
Así lo hace Sócrates antes de morir y le pide a Critón sacrifique un gallo a Aslepios. Este papel de psicopompo es también el que lo liga a Hermes (Mercurio), el mensajero que recorre los tres niveles del Cosmos, desde los infiernos al Cielo. Y también entre los antiguos germanos, fue un animal funerario sacrificado al igual que el perro y el caballo.
En la Grecia moderna por otra parte es costumbre matar un gallo, un carnero o una oveja y dejar que su sangre corra sobre la piedra angular, bajo la que luego se entierra al animal con el objeto de conferir al edificio solidez y estabilidad. Mahoma, al parecer prohibía la maldición del gallo desde que es el animal que llama a la primer oración matutina.
Más aún, decía: «El Gallo blanco es mi amigo; es el enemigo del enemigo de Dios». Presume que su canto indica la presencia del ángel. El gallo ha sido universalmente asociado a la salida del sol, al que anuncia, por lo que su simbología es preferentemente solar. El canto del Gallo expulsa a las tinieblas, hace que salga el sol.
«En la Tierra no hay nada más solar que el gallo» (Proclus). Referencia a la virtud de anunciar el día es lo que ha dado nombre a que a la misa de medianoche de nochebuena se la llame Misa de Gallo. De paso diremos que la primer Misa de Gallo de Occidente tuvo lugar en Roma, probablemente en el Siglo VI.
El Cristo le anuncia a Simon (Pedro) que lo negaría 3 veces antes que cante el gallo, por supuesto la interpretación: es que lo negaría 3 veces ante su despertar de conciencia, por que el gallo también es utilizado para simbolizar el despertar espiritual. En el Cristianismo ha sido tomado como el anuncio de la venida de la luz (Cristo), por lo que en ocasiones representó a San Juan Bautista.
Es así uno de los tres animales emblema de Cristo, junto con el águila y el cordero, pero el gallo transmite especialmente su simbolismo solar: luz y resurrección. Este especial sentido llevó en la Edad Media a ser cabeza de las veletas que señalan la dirección del viento y están por encima de las Iglesias y Catedrales, lo que representa la supremacía de lo espiritual sobre lo material, el origen celeste de la salvación. Otro de los símbolos característicos es el de la atención vigilante. Así se lo representa institucionalmente en nuestro país, ya que es el emblema de la Policía Federal Argentina. Por el doble sentido de la palabra gallus: gallo y Galia, fue tomado como símbolo de Francia.
En Extremo Oriente tiene también un papel benéfico. Representa las cinco virtudes: civiles (la cresta lo asimila a un mandarín), militares (tiene espolones), valor (por su comportamiento en combate), bondad (llama a comer y comparte su alimento con las gallinas) y la confianza (la seguridad de que tras su canto vendrá el alba). Abraxas Incorporado a la simbología gnóstica, y presente en el abraxas, sello que fuera templario, acompaña por otra parte muy frecuentemente a San Pedro en la iconografía.
Como se sabe en el abraxas sobre un cuerpo humano se insertan dos animales, de simbolismo complementarios: el gallo y la serpiente. Compuesto sobre una apariencia humana de torso desnudo y delantal ceñido a la cintura, en la mano derecha porta un escudo redondo y en la izquierda una especie de látigo. Tiene la cabeza de gallo y las piernas formadas por serpientes que terminan en cabezas alzadas.
El gallo encarna al iluminado que renace con la luz y la serpiente la sabiduría ancestral que perdura gracias a sus poderes para mudar o metamorfosearse. Grasset d’Orcet vincula a los templarios con los adeptos del arte gótico, arte cifrado que él prefiere ortografiar gaul-tique es decir, ligado a esos goliardos que sentían por el gallo (gault) una especial veneración. De donde, finalmente, el simpático gallo vino nada menos que a transformarse en un templario más. Fuente: Los Caballeros Templarios Hechos, Supuestos y Misterios Dr. Horacio A. Della Torre. Sitio oficial www.templariosdeargentina.org Facebook templarios de argentina
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