HUBO MISAS, BENDICION DE HERRAMIENTAS Y UNA PROCESION POR VARIOS BARRIOS

Con singular fervor se celebró en Trelew la fiesta de San Cayetano

Con el lema de palabras que el Papa Francisco pronunciara hace pocos días durante su visita a Bolivia: «Tierra, techo y trabajo», se realizó ayer en Trelew la celebración de la Fiesta de San Cayetano, patrono del pan y el trabajo, incluyendo misas por la mañana y la tarde, bendición de familias y las herramientas de los trabajadores, como también una procesión por los barrios de la zona oeste de nuestra ciudad.

por REDACCIÓN CHUBUT 08/08/2015 - 00.04.hs

 Fueron presididas por párrocos locales, y el obispo auxiliar Fernando Croxatto, quienes destacar que los fieles, sobre todo, se acercaron a agradecer.

 

La celebración de San Cayetano consiste primeramente en preparar la novena (en la semana previa) meditando y estudiando la vida del santo. En Trelew dio comienzo en horas de la mañana de ayer, con la eucaristía (misa) en la capilla que lleva el nombre del santo, ubicada en Estados Arabes 431, en la parte posterior del barrio Constitución de Trelew, hacia el oeste de la ciudad.

 

Por la tarde se celebró otra misa en el mismo lugar y se llevó a cabo la procesión prevista en los barrios Primera Junta, Los Aromos y las «Mil Viviendas», nombre popular con el que prácticamente desde su construcción se conoce al barrio Constitución, invitándose a los presentes a participar peregrinando y llevando la imagen del santo, encabezada por la de la cruz.

 

Para ello se invitó a intercambiar la imagen, llevada por cuatro personas distintas a lo largo de su recorrido. Formó parte de la actividad, como se hace todos los años, la venta de pan y tortas fritas que desde hace días vienen preparando las mujeres de Cáritas y de varias capillas.

 

Una de las actividades fue bendecir a las familias y las herramientas, que resignifica valorar y agradecer tener trabajo y poder ganar el pan, a la vez de pedirle a Dios protección de todos los riesgos, cuidar de la vida y la salud.

 

Con la misma celebración hubo una misa en la Parroquia San Pedro y San Pablo, en la víspera, en horas de la tarde, con la asistencia de muchos fieles.

 

INTERCESOR DE LAS NECESIDADES

 

En diálogo con EL CHUBUT el Padre Pedro Narambuena, quien preside San Cayetano con un carisma que lo caracteriza ante todos los fieles, comentó que se trata de «un acontecimiento que siempre convoca a nuestra gente, porque encontramos en San Cayetano, un intercesor cercano a las necesidades importantes que vivimos como personas, el pan y el trabajo».

 

San Cayetano, diferenció, «se ha difundido mucho en nuestra sociedad argentina, no así en Italia, de donde es oriundo. Creo que parte viene de las crisis fuertes que vivimos, el ’34 me parece, de mucha pobreza, y un poco más adelante con los movimientos populares viene la iniciativa de levantar el santuario en Liniers, que es como el centro nacional de devoción».

 

No obstante, describió que «en todas la parroquias del país hay ermitas y capillas y lugares donde San Cayetano convoca mucho a nuestra gente. El lema que elegimos este año en Trelew, tales palabras del Papa en Bolivia: ‘Tierra, techo y trabajo’. Las llamamos las tres T, porque nos parece que a la luz del testimonio de San Cayetano, podamos reflexionar cómo podemos cada uno de nosotros responder a cada una de estas necesidades, no sólo reclamarla, pedirlas a otros, pedirlas al Gobierno, sino todos como sociedad, como creyentes, qué podemos aportar en común».

 

«EL CANCER DE LA DROGA» Y

 

LA CULTURA DEL ENCUENTRO

 

Para el párroco, «el trabajo dignifica, y evitaría que haya tantos jóvenes ociosos que a veces tienen como alternativa robar las zapatillas que no pueden comprar, romper el vidrio de una vidriera, y lo peor, que es la droga, que es como un cáncer, una fuente de recursos de juntar plata vendiendo o llevando droga. El trabajo es la mejor respuesta» y en ese sentido, «aquí en Trelew tenemos juntos que reflexionar, como despertar el parque productivo lanero, la mediana industria, sería interesante».

 

Luego señaló que este año hay que «apuntar a la cultura del encuentro, frente a la desconfianza y el encerrarnos y defendernos unos de otros. Salir al encuentro, tender puentes, de fraternidad, solidaridad, amistad, vecindad, de escucha, acompañamiento, conocernos un poco más. Y lo segundo es el trabajo, valorarlo y generarlo».

 

En ese aspecto, «el hombre cuando trabaja es feliz, cuando no vive de la limosna, que no es respuesta. El asistencialismo, que a veces es una tentación, a veces a mí como cura me siento muy bien que me vengan a pedir y yo pueda, pero no estoy dando respuesta».

 

PREOCUPACION POR LA JUVENTUD

 

El religioso expresó que este año, «mucha gente viene a agradecer, ‘por mi sobrino’, ‘por mi tío’, ‘por mi abuela’, por un primo, es importantísimo valorar esta gratitud frente a un Dios que responde junto a los santos».

 

Como conclusión, sostuvo como gran preocupación de la iglesia, los jóvenes, para quienes hay que pensar en «qué propuesta, qué futuro y horizonte le tenemos que mostrar, y me parece que en esto tenemos todos que dar una lucha fuerte contra la corrupción, pequeña o grande, porque es como un cáncer que despacito nos va haciendo mal a todos al final».

 

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