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Sorpresivo cierre de Pepsi en Trelew: despiden a 48 trabajadores

La planta embotelladora de Pepsi de Trelew ayer al mediodía cerró sus puertas definitivamente y 48 empleados, que serían indemnizados, se quedaron sin sus fuentes laborales.

por REDACCIÓN CHUBUT 30/05/2017 - 00.13.hs

La firma propietaria, Cervecería y Maltería Quilmes, comunicó oficialmente que el cierre de la planta se debe a «la caída sostenida en el volumen de ventas y gaseosas desde el 2009». 
La planta estaba radicada en Trelew desde 1972. Comenzó a funcionar en nuestra cuidad bajo la conducción de Cayetano Castro, luego pasó a sus hijos y de allí una serie de cambios en la conducción hasta que se hizo cargo Quilmes, que la gerenció hasta hoy.
Distribuye en la región las líneas de gaseosas Pepsi, Seven UP, Paso de los Toros y H2O. Ayer a media mañana, la empresa comunicó la decisión de cerrar sus puertas a los 48 empleados. Las edades de los operarios despedidos rondan entre 35 y 58 años. El secretario adjunto de Sutiaga, Carlos Marín, indicó que según expuso la compañía, la rentabilidad se vio afectada por «la competencia de las aguas saborizadas, que hicieron caer las ventas de las gaseosas a cifras insostenibles». 
Mediante un parte oficial, la firma aclaró que «la medida no afectará la actividad comercial de la compañía de la región, que se mantendrá a través de los distribuidores y puntos de venta de la zona». A partir de ahora, la distribución se realizará «desde la unidad de Pompeya», indicó el dirigente gremial Marín.
El gremio Sutiaga y la Federación que nuclea a los sindicatos de Aguas y Gasesosas del país (Fatiaga) aceptaron resignados el cierre «irreversible» de la planta. Los empleados no tomaron las instalaciones ni realizaron medidas de fuerza. En realidad, comentaron los voceros, la medida fue tan sorpresiva que ni siquiera les dieron tiempo a reaccionar.

 

INCERTIDUMBRE TOTAL
Ayer por la tarde, referentes de la Quilmes se reunieron con el secretario general de Sutiaga, Juan Levicoy, y dirigentes de Fatiaga, en la sede del gremio en Trelew. Los empleados de la planta se acercaron a las oficinas con gestos de preocupación e incertidumbre. La mayoría de los trabajadores, que rondan los 50 años, no saben en qué van a trabajar en el futuro inmediato. 
Los salarios del personal oscilaban en los 30 mil pesos mensuales. Hay operarios con más de 30 años de antigüedad, y otra franja con más de 15 años en la planta. Algunos de ellos tienen problemas psicológicos, otros tienen hijos con diversas discapacidades. En esos casos particulares, los propios empleados estaban analizando solicitar jubilaciones anticipadas. 
Autoridades de Sutiaga prefirieron no hacer declaraciones públicas por el momento. En la sede gremial había una atmósfera de impotencia y desazón por lo que entienden que es un «ajuste estructural». Algunos empleados se preguntaban por qué el gremio no avisó con antelación sobre el cierre inminente de la fábrica, sin dar lugar a ninguna medida alternativa.
Los representantes de la empresa comunicaron a los 48 trabajadores que los reubicarán en otras instalaciones. No obstante, entre los operarios había una mezcla de resignación, pesimismo y desconfianza con respecto a la posibilidad de seguir trabajando en la Pepsi. Creen que la posibilidad de reubicarse está reservada a «personal jerárquico, y algún ingeniero de la planta». 
Extraoficialmente, trascendió que «sólo tres empleados administrativos» de la Pepsi habrían sido ya reubicados, pero no estarían incluidos en el Convenio Colectivo de Trabajo. Además, según las fuentes, la empresa ya les comunicó a los operarios que les brindarían capacitaciones en un hotel de Trelew para que puedan ser reubicados. Pero muy pocos creen que van a poder reinsertarse en el mercado del trabajo.

 

TELEGRAMAS DE DESPIDO
Al concluir la reunión de ayer por la tarde, los dirigentes gremiales de Fatiaga informaron que mañana miércoles los trabajadores «percibirán los salarios», y luego convocarán a cada uno de ellos para determinar el monto de las respectivas indemnizaciones. 
Desde Fatiaga lamentaron que el cierre de la empresa es «irreversible», y no queda otra alternativa más que acompañar a los empleados para que cada uno reciba la indemnización que le corresponde, según dijeron las fuentes. Además, desde la Federación les comunicaron que ayer a la mañana fueron informados del cierre de la Pepsi, «entre gritos y puteadas», dijeron los voceros.
También los dirigentes gremiales informaron que le solicitaron a los directivos de Quilmes que envíen los telegramas de despidos, para que los operarios puedan tramitar «los fondos de desempleo». Y convinieron con la empresa, que los despedidos contarían con la obra social durante seis meses, trascendió extraoficialmente.

 

CIERRE SORPRESIVO
Ninguno de los empleados ni siquiera sospechaba que la Pepsi podía llegar a cerrar sus puertas. La sorpresiva medida «cayó como una bomba», ayer a media mañana, cuando los operarios estaban «haciendo una capacitación», dijeron las fuentes.
Con mirada retrospectiva, algunos empleados entendieron -cuando ya era demasiado tarde-, por qué la semana pasada la empresa comenzó a regalar paquetes de gaseosas en grandes cantidades. «Me quedé con la casa llena de Pepsi», comentó un trabajador entre risas y con mucha preocupación. «Nos tendríamos que haber dedicado a la cerveza», respondió otro con el rostro serio.
De todas formas, en el interior de la Pepsi circulaba la información de que la empresa venía bajando considerablemente las ventas desde hace años, razón por la cual muchos lamentaban no haberlo visto venir.
Según las fuentes, a media mañana concurrió un escribano a la planta de Pepsi y les comunicó a los empleados que la empresa había decidido cerrar sus puertas. En horas del mediodía ya no quedaba ningún empleado. Solamente los guardias y personal de comunicación y recursos humanos. «Nos dejaron en banda», era la frase que resonaba más entre todos los trabajadores. A modo de consuelo, confiaron los voceros, los empresarios «pusieron la cara», valoraron.

 

COMUNICADO OFICIAL
El comunicado oficial que emitió Cervecería y Maltería Quilmes sostiene que el motivo del cierre de la planta de Pepsi, «obedece a la caída sostenida del volumen de gaseosas desde 2009 y a la necesidad de mantener la productividad para hacer sostenible el negocio, concentrando la actividad en algunas operaciones ya establecidas. Esta línea de producción representaba el 1 por ciento del volumen elaborado por la compañía en el país».
En otro párrafo, el parte sostiene que «esta medida afecta a 48 empleados pero se han contemplado acciones de recolocación en otras instalaciones, en función de cada caso, y un programa de facilitación de reinserción laboral, que se suma a las obligaciones laborales e indemnizatorias correspondientes».
Por último, expresa la firma, «como hace 127 años, Cervecería y Maltería Quilmes reafirma su compromiso por continuar invirtiendo en la Argentina, con más de 5.700 empleados directos, 10 establecimientos industriales, 9 oficinas de venta directa, 9 centros de distribución, y una red de 181 distribuidores independientes que trabajan con 300.000 puntos de venta en todo el territorio». 

 

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