La violación de las leyes

La propia ley es violada por el Estado a través de algunos de sus poderes. A la tan comentada foto del Presidente de la Nación festejando y participando, en su residencia transitoria de Olivos, el cumpleaños de su querida Fabiola, hoy podemos observar otra. Es la que surge de la violación por parte del Poder Ejecutivo Provincial de la Ley 152 que reglamenta los artículos 155 inc. 9, 164 y 166 de la Constitución Provincial, cuya letra establece que tiene vigencia a partir «de la próxima designación que correspondiere» (art. 13) de un Ministro del Superior Tribunal de Justicia de nuestra provincia. No solamente no se ha cumplido, sino que se ha hecho caso omiso de todo su capítulo II que establece las facultades del Poder Ejecutivo Provincial (arts. 5/10), en modo imperativo, cumplir con un procedimiento previo a la elevación de la propuesta respectiva al Poder Legislativo en la que debe consignarse: «Haciendo mérito de las razones que abonen la decisión tomada».
 En buen romance parecería que las normas, tanto a nivel nacional como a nivel provincial, sólo deben ser cumplidas por aquellos, como nosotros, ciudadanos de a pie, que no somos parte del poder establecido y su privilegiado entorno. Es una vergüenza. Y lo digo desde la historia de esta columna que viene sosteniendo sistemáticamente, y en forma analítica, que en un Estado Constitucional de Derecho no existe excepción para el cumplimiento de las normas. 
Si alguien puede llegar a pensar que con estos procedimientos se le está haciendo un favor a quienes pudieran resultar favorecidos, está evidentemente equivocado. Precisamente son aquellas personas, los nominados, (como los de las fotos) los que debieran declinar tales honrosas menciones habida cuenta el error que se comete sobre las mismas y que la historia no podrá disimular. Ni los que estaban en la foto del cumpleaños de Fabiola, desde el Presidente y todos sus amigos, y aquellos que pudieran entrar por una ventana al Superior Tribunal de Justicia podrán justificar su conducta cuando ésta se analice o sea parte de un examen de conciencia si la hubiere. 
Es que no hay mejor postura que cumplir con la ley que nos iguala y nos potencia según los méritos. Hoy cuando la palabra se ha devaluado, lamentablemente, sólo nos quedan las conductas. Estas conductas nos podrán mostrar hechos, verdades e intenciones. Que algo nos permita todavía descubrir donde no nos podemos equivocar, en un momento tan importante para la Justicia de la Provincia del Chubut, es un valor que no nos podemos permitir perder. Cumplir con la Ley Provincial Nø 152 debiera ser una exigencia hasta de los propios nominados.