Regionales

Las migraciones

Cuando uno habla de las migraciones recuerda rápidamente los acontecimientos que trajeron a estas tierras a nuestros abuelos, que vinieron en busca de una América que se les presentaba como un nuevo futuro, donde alejados de su terruño y sus familiares, encontrarían un horizonte mejor para sus vidas y las de sus descendientes.
 

Pero esto no terminó en este recuerdo que nos viene desde nuestras raíces, ya que los migrantes existieron toda la vida, desde la antigüedad ya se mencionan movimientos donde el hombre en procura de mejores condiciones optó por migrar hacia nuevos horizontes. Algunas veces en forma pacífica y en otras motivados por circunstancias religiosas, política y de otra índoles donde las cuestiones del momento lo obligó a optar por encarar una nueva vida en otro lugar.
En estos días vemos que la cosa se ha complicado en muchos lugares del mundo. Los que escapan de alguna hambruna, de regímenes políticos tiranos, de guerras triviales, de plagas y otras circunstancias que le hacen pensar al individuo que debe buscar otros lugares donde cree que va a estar mejor, y en este trajinar muchas veces se involucra toda una familia, que como hemos visto se acercan al límite, donde la incertidumbre de que pasará en el futuro, es contestada con la realidad de encontrarse con trabas que mantienen los países de destino, ante la carga que significa para ellos de nuevos habitantes, que en casi su totalidad carecen de los medios para subsistir en ese lugar que eligieron para empezar una nueva vida.
 Las desgarradoras escenas que nos muestran los medios de comunicación de lanchas que zozobran, con ahogados, muchas veces niños, o los horrores de una selva tupida que destroza cuerpos, nos están marcando los padecimientos de la gente que se decide a pesar de todo los inconvenientes a encarar esas empresas, que muchas veces terminan en las puertas del país elegido que dificulta su ingreso. Como nos gustaría ver los migrantes como los que vinieron en una época a nuestro país a poblarlo y aportar con su trabajo para hacerlo más grande, a pesar de que el tiempo desvirtuó muchas cosas.
 Pero el mundo insensible que no ha apostado a dar respuesta acertada a los países y sus habitantes, donde las condiciones no son buenas y solo les ha preocupado obtener las riquezas de sus territorios sin importar la vida interna, han marcado y aún hoy lo hacen, la insensibilidad que nos caracteriza a aquellos que están mejor. El ver como los accidentes en Centro América o en el Mediterráneo, donde mueren vidas en procura de una oportunidad mejor, no hace mella a los que tendrían que preocuparse por obtener una solución, mientras el mundo se entretiene por ver quién tiene más y mejor armamento para destruir. ¿Sabe cuánto se podría solucionar con los millones de dólares que se gastan en armamentos? Pero al ser humano no le importa que rápidamente se va degradando nuestro planeta, donde los recursos y el aumento de la población hacen pensar que será del futuro de esta nave espacial que llamamos Tierra.
 

 

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