«Como proveedores de la Municipalidad la mercadería está documentada y fue entregada en tiempo y forma»

Visiblemente molestos, los propietarios de las Carnicerías «Elías», que fueran allanadas en busca de documentación, el matrimonio integrado por Elías Edgardo Tellechea y Alicia Odette Barriga Aranda, dijeron a EL CHUBUT que al momento del allanamiento «la Policía nos trató como delincuentes, con una prepotencia que seguramente no está en ningún protocolo sobre seguridad».

Agregaron que el pasado viernes, muy temprano, recibieron a los golpes en la puerta la presencia policial en el domicilio particular, con la orden de allanamiento. «Le indicamos que los papeles del comercio se encontraban en el local de la calle 9 de Julio», relataron.

También, señalaron que con la Municipalidad, durante la gestión anterior, «no comercializamos pollos, solo carne que a pedido e indicación de los funcionarios a cargo se entregaban, y cuya documental fue la que llevaron los investigadores, e incluso mi teléfono donde están grabados los audios de pedidos para determinados sectores», dijo Elías Edgardo.

Y agregó: «Yo entregaba el pedido y lo que hayan hecho ellos con esos pedidos, no me incumbe», sumando a ello que, como todo proveedor, «tuve mis dificultades para cobrar», afirmando que en el procedimiento, «parecería que como propietario también era funcionario, pero ni funcionario ni delincuente, soy un honesto comerciante que de mi emprendimiento dependen una 20 familias. Mi trabajo siempre ha sido honesto, nunca ‘trancé’ para hacer negocios, podrán investigar todo lo que quieran que no van a encontrar nada raro».

«SUFRIMOS CUATRO ALLANAMIENTOS»
Por su parte, Alicia Odette, dijo que el primer allanamiento se produjo en su domicilio particular, donde al golpear la puerta la Policía exigía que la abriera lo más rápido posible. «Pensé que algo malo había sucedido, pero no, se trataba de un allanamiento buscando papeles. Le dije que los papeles estaban en el local de 9 de Julio, no obstante, nos trataron peor que delincuentes. Luego se fueron al local de la calle Maipú y a continuación fueron al local de la 9 de Julio, donde efectivamente estaba la documentación que buscaban».

Dijo que más de 20 uniformados coparon la carnicería, exigiendo los papeles en la forma «más descortés y avasallante que uno se pueda imaginar», dijo la esposa. Agregó que también se dirigieron a un lugar donde uno de mis hijos tiene sus camiones, y ahí apareció la Policía con chalecos y gorras de la División Antidrogas, en fin todo un espectáculo, que a nosotros nos ha hecho mucho mal».

Mas adelante, se refirieron a que como dice el intendente «sabemos quién es quién» y con ese criterio «nos podrían haber pedido los papeles o la información que requerían, no era necesario hacer este espectáculo que perjudica nuestra imagen y le hace mucho mal a las pymes como nosotros que siendo proveedores e incluso de esta gestión, quedamos bajo sospecha».

Para finalizar, el matrimonio dijo que esperaban que esta situación se aclare debidamente ante la opinión pública: «No estamos en contra del procedimiento, sino de la forma en que actuó la Policía, con prepotencia contra sus vecinos, actitud que no aplican a la delincuencia o cuando se trata de proteger a la población», expresaron.