Recuerdos de estudiantinas, camperas, laboratorio, portero y piano

Las tres dialogaron con EL CHUBUT sobre su paso por el Colegio. También lo hicieron Dora Palacios, profesora de Historia, Promoción 1995; el kiosquero, Marcos Medina, Promoción 1994 y un representante de la Promoción 2023, el joven Joaquín Coll, abanderado y expresidente del Centro de Estudiantes.
Todos con sus recuerdos y vivencias, contaron lo que a ellos le han contado del Colegio Nacional y estarán presentes en el aniversario.
 
ESTRENAMOS LABORATORIO
María Pentucci es la actual directora del Colegio, fue alumna y es egresada de la Promoción 1996. «Soy de la primera Promo de egresados de Ciencias Naturales. Nosotros fuimos los primeros en estrenar el laboratorio y hacer experimentos; éramos 10 egresados y nos seguimos juntando porque las amistades del Colegio siguen para toda la vida».
Ahora «los estoy invitando a todos a participar de la muestra histórica y a la caminata, donde esperamos llevar pancartas y carteles que nos identifiquen», agregó.
Orgullosa del Colegio y de los profesores como «Abel Gómez, nuestro primer profe de Física y Química, nuestro preceptor Manolo; Silvia Báez, profesora de Biología y la rectora Checha Peñaloza, que ejerció ese cargo por un año, y María Elena Moretti, profesora de Historia; Mirta Paleo y Alicia Young, todos docentes que han sido muy buenos conmigo».

ESTUDIANTINAS
Eran «otros tiempos», coincidieron en señalar Zabalaga y Marsilli, al recordar a sus compañeros, compañeras y el patio en donde realizaban numerosas actividades, ya que no tenían el gimnasio.
Zabalaga dijo que está orgullosa de formar parte del grupo de profesores de la Escuela, que «desde el año pasado estamos trabajando por el centenario y brindarle a la comunidad el festejo que amerita esta institución».
Egresada de la Promoción 2000, dijo que recuerda que entonces «se le daba mucha importancia a los intercolegiales, certámenes de teatro y la estudiantina. En ese momento, hace mucho tiempo atrás se hacían elecciones de mariposón, de rey y de reina de la Estudiantina.
«La cultura fue cambiando, pero esas fiestas quedaron en nuestro recuerdo», señaló la docente. A diferencia de Promociones de las décadas pasadas, décadas del ’70 y ’80, «la Promo 2000 no se junta. Tenemos contacto, pero nunca hemos organizado un almuerzo o cena del reencuentro».
 
«ME FUI PARA NO VOLVER», PERO VOLVIO
De igual modo, la joven Jessica Marsilli, representante de la Promoción 2009, dijo que recuerda las fiestas llevadas a cabo en el patio. «Lo que más recuerdo es mi último año es que el Día de la Primavera no teníamos gimnasio y en el patio, al aire libre, nos dejaron festejar con agua y bombitas. Ibamos al baño a llenar las bombitas y nos bañamos», comentó.
Como travesura «terminamos jugando en la plaza y hasta un diario fue a sacarnos fotos a todos, y salimos en la portada».
Para Marsilli «las amistades del Colegio siguen en nuestras vidas. Yo recuerdo que elegimos la leyenda para la campera ‘Me fui para no volver’ y ahora estoy acá, trabajando acá y muy bien. Hoy en día me encanta mi trabajo y tengo muy buenos compañeros».

UNA ESCUELA CON PIANO
Dora Palacios, profesora de Historia, egresó en el año 1995. Evocó con emoción el haber sido sorteada para poder ingresar, y cuando llegó al Colegio vio un piano y tenía la posibilidad de elegir cualquiera de los tres idiomas que se enseñaban para poder aprender. Como travesura de época, recordó cuando «nos hacíamos la rabona y el preceptor Manolo, nos iba a buscar porque sabía dónde estábamos».
«Yo tengo los mejores recuerdos de este Colegio. Nos enseñaron valores, principios, nos formaron; yo soy profesora de Historia y en esa etapa tomamos como referentes a varios docentes. Y como nos ha regalado los mejores momentos, cada vez que podemos, volvemos», afirmó.
«Yo provengo de una familia pobre y este Colegio nos incluyó a todos», dijo, recordando al portero, Gregorio Durán, «Goyo, que nos daba la bienvenida, nos abría la puerta, nos esperaba, era el casero; el kiosco de la familia Restuccia, en la escuela, donde vendían los helados de palito que si lo dabas vuelta decía ‘vale otro’».
También «llegar al Colegio y ver un piano era algo novedoso, tenía un laboratorio equipado y teníamos para elegir idioma francés, inglés e italiano».
 
PATIO COMPARTIDO
Marcos Medina está al frente del kiosco escolar desde hace 16 años. Terminó el secundario en el año 1994. «Como exalumno puedo recordar el patio compartido con la escuela primaria, se compartían recreos y cuando terminamos de cursar ya se había dividido el patio y comenzó la división del establecimiento.
«Tenemos un grupo de exalumnos y hay docentes que fueron mis profesores y hoy me vienen a comprar», dijo Marcos. El kiosco escolar es el refugio donde llegan los estudiantes «y me cuentan sus cosas, en tiempos difíciles les fio y que me paguen cuando pueden, sobre todo las fotocopias, y hoy todo cuesta. Me entero de lo bueno y lo malo, tomamos unos mates, y la pasamos lindo».
 
LAZO MUY FUERTE
Joaquín Coll está estudiando la Tecnicatura en Administración en la Universidad Nacional San Juan Bosco. Egresó en diciembre del año pasado y decidió participar de los festejos por el centenario.
«Vamos a participar todos, porque el lazo que se hizo en estos seis años es muy fuerte, nos llevamos todos muy bien», dijo, recordando lo que le contaban sus profesores sobre la historia del Colegio Nacional: «Nos hablaron del edificio de la calle Sarmiento, y que el edificio fue evolucionando, así como los alumnos y los profes», señaló, manifestando que los profesores que más lo han ayudado fueron la profe de Lengua y Literatura y el profesor de Historia..