Streaming desde el Parque Provincial Patagonia Azul: pingüinos y otras aves marinas para ver desde casa
Un proyecto pionero convierte a las islas del Parque Provincial Patagonia Azul en un laboratorio a cielo abierto. Tecnología solar, transmisión en directo y ciencia ciudadana para monitorear sin disturbios el desempeño reproductivo de pingüinos, petreles y cormoranes.
por REDACCIÓN CHUBUT 22/11/2025 - 11.31.hs
Ciencia en vivo, sin perturbar la colonia
La escena sucede en silencio: un adulto llega al nido con el buche lleno, el pichón reclama, una ráfaga de viento peina la vegetación de la isla. Todo ocurre a metros de la cámara, pero a miles de kilómetros de quien lo mira. Ese es el corazón del proyecto que lidera el equipo de Especies del Proyecto Patagonia Azul junto al investigador Superior de CONICET, Dr. Flavio Quintana, pionero en estudios de comportamiento y movimiento animal de aves marinas en la región y en usar tecnología de última generación para investigación científica y conservación.
“Necesitamos monitorear y vigilar las colonias de aves marinas sensibles que nidifican en sitios de difícil acceso, evitando ingresos repetidos durante la temporada reproductiva”, explica Ignacio “Nacho” Gutiérrez, coordinador del equipo de Especies de Patagonia Azul. “Las estaciones autosostenibles —alimentadas por energía solar— nos permiten seguir nidos grupos de nidos e incluso individuos específicos de manera no invasiva y con un nivel de detalle imposible con métodos más tradicionales”.
La idea es tan simple como potente: instalar cámaras robustas, con limpieza automática y control remoto de paneo y zoom, encenderlas al inicio del ciclo reproductivo y observar sin irrupción. Así se registra lo que la visita humana suele perderse: el ritmo real de incubación, alimentación, recambios entre adultos, tormentas que azotan las islas, intrusos que rondan, eventos raros que explican por qué un nido prospera y otro no.
Tecnología en islas remota
Hacerlo en las islas del Parque Provincial Patagonia Azul es una prueba de resistencia. Hay que llevar paneles solares, baterías, antenas, routers y cámaras a lugares donde no existe infraestructura, trabajar en ventanas de buen clima y garantizar un ancho de banda estable. “Hoy el internet satelital alivió un obstáculo histórico, peo sostener energía y conectividad en un ambiente salino y con vientos fuertes sigue siendo un desafío”, cuenta Gutiérrez. Tres temporadas después, el aprendizaje es concreto: sistemas más limpios y confiables, lentes que no se tapan con bruma salina, mejor uptime en días difíciles.
En paralelo, el equipo ajustó la logística para instalar antes del pico reproductivo, cuando el impacto es menor, y dejó listas las estaciones para que la observación continua —24/7— no dependa de navegar cada semana hasta la colonia.
Una ventana global con explore.org
Este año la iniciativa dio un salto de importancia al asociarse con explore.org, la plataforma líder en cámaras de vida silvestre en todo el mundo. La alianza abre una ventana mundial a las islas del Parque y suma una capa clave: la interacción en tiempo real con audiencias que miran, preguntan, reportan lo que ven y ayudan a construir conocimiento.
“La plataforma está pensada para que cualquiera pueda observar y participar. Si un pichón eclosiona, si aparece un depredador, si una sudestada afecta la colonia, la comunidad lo comenta, sube capturas, pregunta. Esa conversación nos permite vigilar mejor y aprender junto a la gente”, dice Gutiérrez.
El acceso es libre y gratuito, y el alcance, global. Personas que nunca pisaron la estepa o el borde atlántico pueden conectarse a un entorno salvaje desde una pantalla y descubrir especies que no conocían, como el petrel gigante del sur o el cormorán imperial.
La colonia que protagoniza la temporada
Entre las cámaras activas se destacan aquellas instaladas en la colonia de pingüino de Magallanes de Isla Tova, y en los nidos de petrel gigante del sur y cormorán imperial en Isla Gran Robredo e Isla Tovita, respectivamente. Isla Tova fue censada en 2015 con unas 36.000 parejas reproductivas, cuando todo el Parque, entre Isla Arce e Isla Viana— se estimaron alrededor de 100.000. Isla Tova constituye un sitio de nidificación relevante para los pingüinos de Magallanes que se reproducen dentro del Parque Provincial Patagonia Azul.
El calendario suma condimentos. El arribo de adultos se concentra hacia fines de septiembre; ahora, entre fines de noviembre y comienzos de diciembre, se vive el pico de eclosiones. Es el momento más vibrante para seguir las transmisiones: muchos nidos activos, pichones recién nacidos, idas y vueltas de los adultos a mar abierto en busca de alimento.
Por qué importa mirar todo el ciclo
La novedad no es solo poder observar, sino tomar datos con precisión. Con registros continuos es posible cuantificar la frecuencia de alimentación de pichones, la duración de los viajes de alimentación que realizan los adultos, el timing de puesta y eclosión, y determinar qué factores son responsables de las fallas reproductivas.
El indicador de fondo es poderoso: el éxito reproductivo de las aves marinas habla del estado de salud del mar que las alimenta. Si la oferta de peces baja, baja el éxito. Si los temporales son más frecuentes o intensos, se refleja en fallas reproductivas. “No observamos señales alarmantes en estas tres temporadas, pero la herramienta está lista para prender luces amarillas si hiciera falta”, apunta Gutiérrez.
Ciencia ciudadana que sensibiliza
La respuesta del público confirma el valor educativo. Preguntan por tiempos de incubación, por especies acompañantes —paloma antártica, skúas, gaviotas— y por su rol en la colonia. Reportan llegadas con alimento, cambios de turno, vuelos y aterrizajes complicados con viento. Esa participación transforma la curiosidad en conocimiento y, sobre todo, en empatía.
“Uno no puede proteger lo que no ama, y no puede amar lo que no conoce”, resume Gutiérrez. “Abrir estas ventanas al mar de Patagonia Azul, es invitar a conocer y a cuidar, acá y en cualquier lugar del mundo”.
Un modelo que crece
Lo que empezó como una idea audaz en un archipiélago ventoso ya es un modelo replicable: ciencia de largo aliento, tecnología robusta y participación ciudadana para entender procesos ecológicos que suceden lejos de los ojos. Cada mejora técnica aumenta la nitidez; cada temporada suma comparabilidad; cada comentario del público enriquece la vigilancia.
El resultado no es solo una imagen hermosa de un pichón recién nacido. Es un sistema para cuidar el mar leyendo, nido por nido, lo que las aves nos cuentan. En Patagonia Azul, esa lectura hoy puede hacerse en vivo. Y desde cualquier lugar.
Datos clave para seguir la temporada
-Dónde están las cámaras: islas del Parque Provincial Patagonia Azul, en el norte del Golfo San Jorge.
-Qué especies: Pingüino de Magallanes (Isla Tova), Petrel Gigante del Sur (Isla Gran Robredo) y Cormorán Imperial (Isla Tovita).
-Cómo funciona: estaciones solares y baterías con cámaras de alta resolución, limpieza automática y control remoto; transmisión continua vía internet satelital.
-Cuándo es la mejor época: fines de noviembre y comienzos de diciembre, pico de eclosiones.
-Dónde ver el streaming: Es libre y gratuito. La transmisión abierta es a través del sitio explore.org, con interacción en tiempo real y posibilidad de reportes de la comunidad.
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