«A la gente no se la traga el mar sin explicación», dijo la hija de Juana Morales, la mujer desaparecida junto a su pareja

Desde el primer día, Aldana sostiene un mensaje cargado de dolor: «Te prometo que te vamos a encontrar mami, que toda esta pesadilla está por terminar y vamos a pasar el Día de la Madre juntas como siempre lo hicimos», escribió en una de sus primeras publicaciones, donde también afirmó: «Te amo con todo mi corazón. Yo sé que me estás esperando y que los ángeles de Dios te están cuidando».
Con el correr de las semanas, el tono de su mensaje se volvió más firme. «No quiero bajar los brazos», dijo en una entrevista, remarcando que cada día sin novedades agrava la angustia. «Es todo incierto... no hay novedades concretas», señaló, y recordó que su madre «tenía que volver ese lunes; nunca llegó».
La joven no oculta su frustración ante la falta de respuestas: «La verdad que no sé qué creer... no aparecen. Ya no sé qué pensar», expresó. Y fue directa al cuestionar el devenir de la investigación: «Hay que llegar a fondo para saber qué pasó, si ellos llegaron hasta allí o si fue alguien más».
En otros mensajes públicos, Aldana apeló al corazón de la comunidad y pidió no naturalizar la desaparición: «Me dirijo a ustedes con el corazón en la mano... Su ausencia es una herida abierta. Esto no puede quedar así».
Insistió además en la importancia de cualquier aporte de información: «Cualquier detalle, por insignificante que parezca, podría ser la pieza que falta en este doloroso rompecabezas».
Su reclamo más contundente, sin embargo, fue dirigido a quienes investigan: «Las personas no desaparecen porque sí. A la gente no se la traga la tierra así sin explicación. Mi mamá Juana no se esfumó. Le pasó algo y merecemos saber qué».
Y agregó: «Sigo esperando justicia y que se investigue a fondo lo que realmente pasó. No voy a dejar de pedir por ella ni de exigir que el caso avance».
En sus redes, la hija de la mujer desaparecida agradece a quienes la acompañan, pero advierte el desgaste emocional: «Duele, desespera y cansa tener que seguir pidiendo lo obvio: que se investigue como corresponde, que se haga justicia, que este no sea un caso más que queda en el olvido».
Y concluyó con un pedido que repite cada día: «Te sigo esperando acá, mami. Esto no va a quedar así. No me olvido de vos. Te amo».