Pepe Castro: 2 años de la partida de un ícono del periodismo 

Hoy, 21 de diciembre, EL CHUBUT recuerda con nostalgia el segundo aniversario del fallecimiento de Pepe Castro, persona querida y fundamental en nuestra historia. Este entrañable amigo, desde los albores de nuestro diario, dejó una huella imborrable, marcando con su presencia los cimientos mismos de esta casa periodística.

Director Propietario de LU 17 Radio Golfo Nuevo, Héctor Gabriel “Pepe” Castro, fue un icono de la radiofonía AM en la provincia y el país, siendo durante muchos años Vicepresidente de ARPA, la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas. Pero además tuvo destacada actuación en el ámbito  empresarial, siendo un dirigente reconocido en la región patagónica, ya que fue Presidente de la Cámara de Industria, Comercio, Producción y Turismo local, Presidente de la Federación Empresaria Chubutense y titular de la Confederación Empresaria de la Patagonia.

En los primeros compases de nuestra andadura, Pepe Castro fue un compañero inseparable de nuestro fundador, José María Sáez, padre. Desde la imprenta del primer ejemplar de diario EL CHUBUT, Pepe se convirtió en un pilar fundamental, tejiendo con dedicación y su impronta entusiasta los primeros capítulos de nuestra historia editorial.

Resulta doloroso recordar a Pepe Castro en ausencia, pero también es un ejercicio de reconocimiento hacia el hombre que siempre orientó nuestros pasos. Colega ejemplar, contagió a todos con su pasión por el desarrollo y el crecimiento de nuestra provincia. Su visión era la de un Chubut grande, fortalecido en cada rincón, donde la búsqueda constante de alternativas viables delineara un futuro próspero. Pepe marcaba una visión a futuro.

Sus convicciones eran tan sólidas como su compromiso. No había términos intermedios en su vida; era blanco o negro, una característica que definía su personalidad y que marcó también sus múltiples proyectos. Desde el ambicioso impuesto al viento hasta la visión pionera en el desarrollo de la acuicultura, Pepe no conocía límites en su creatividad.

Su legado no solo reside en sus ideas audaces, sino en la lucha incansable por convertirlas en realidad. Peleó hasta su último suspiro por lo que creía justo, ganándose amigos en cada rincón que tocaba. Hoy, esos amigos compartimos la tristeza de su partida, pero también el orgullo de haber compartido momentos con un soñador de dimensiones extraordinarias.