Un parto inesperado: el nacimiento de Gianluca

En un día que parecía como cualquier otro, Pablo Fierro y Sara Urquiza, padres ansiosos, esperaban la llegada de su bebé. La fecha programada para su nacimiento era el 22 de septiembre, o en su defecto, a través de una cesárea programada para el dia lunes 18.

Sin embargo, el destino tenía otros planes. Mientras Pablo se encontraba en el trabajo y Sara cuidaba a sus hijas en casa, una llamada urgente cambiaría sus vidas para siempre. Sara había roto bolsa inesperadamente, y la noticia sacudió a Fierro.

"Obviamente empezaron los nervios y traté de llegar rápido porque había escuchado en la llamada que lloraba. Se me cruzaron muchas cosas por la cabeza", recuerda Pablo.

La urgencia se apoderó de ellos mientras intentaban llegar al hospital. Pero el bebé tenía otros planes y decidió llegar antes. Cuando intentaron salir por la puerta, Gianluca sorprendentemente hizo su aparición en el mundo, desencadenando un torbellino de emociones.

"Fue entonces cuando escuché llorar al bebé, y me relajé. Había salido todo bien", expresó aliviado Pablo.

Sin saber qué hacer con la situación, envolvieron al recién nacido en una manta. La incertidumbre aumentaba, especialmente con el cordón umbilical. Buscaron ayuda afuera y contactaron a su suegra, quien vive pegado a su casa.

La rápida acción de su suegra fue crucial y llamó a una ambulancia que llegó rápidamente. En el momento de mayor necesidad, los enfermeros, médicos, choferes de la ambulancia y la policía actuaron con profesionalismo y eficiencia. La policía incluso se encargó de despejar el tráfico para asegurar que llegaran al hospital sin demora.

En el hospital materno, recibieron un trato excepcional. Todos estaban dedicados a la salud de Sara y el bienestar del pequeño Gianluca. La preparación para emergencias como esta fue evidente, brindando a la familia tranquilidad y felicidad en medio de la inesperada situación.

Gianluca, un valiente niño, finalmente llegó al mundo, pesando 2.700 gramos. A pesar de la sorpresa y el caos inicial, tanto él como su madre se encuentran en buen estado de salud.

Esta experiencia, aunque inesperada, se convertirá en una anécdota que la familia Fierro-Urquiza atesorará para siempre, recordando el día en que Gianluca decidió sorprender a todos en su llegada al mundo.