Mar de Historias: se cumplen 77 años del hundimiento de la Goleta Emma

A fines del siglo XIX y principios del XX las comunicaciones, el comercio y muchos otros aspectos de la vida cotidiana de las incipientes poblaciones de la Patagonia dependían en gran medida de la navegación. En las costas podían verse desde grandes vapores de la Armada hasta pequeñas embarcaciones a vela.

La goleta Emma fue uno de estos pequeños veleros. Se construyó en 1883 en el astillero Deering & Donnell de Maine, Estados Unidos. Tenía 25 metros de eslora, dos palos, casco de madera y llevaba una tripulación de entre 8 y 12 hombres.  

Prestó servicio en aguas norteamericanas hasta 1902, cuando la compró la firma Braun y Blanchard de Punta Arenas. Pasó por diversos propietarios y a principios de la década del '30 adquirió bandera argentina. Fue utilizada para labores tan diversas como el transporte de carga y de pasajeros, la caza de lobos marinos y la pesca del cazón. Con frecuencia echaba anclas en puertos como Ushuaia, Punta Arenas, Río Grande, Deseado y Comodoro Rivadavia, así como en diversas bahías y caletas de las costas de la Patagonia y las Islas Malvinas. 

En 1916 fue rentada por el famoso explorador antártico Ernest Shackleton para rescatar a los náufragos del Endurance, que habían quedado varados en una de las islas Shetland del Sur. Tras varios intentos, la Emma debió desistir por la gran cantidad de témpanos y los temporales que le impidieron llegar hasta el lugar donde se hallaban. Shackleton la describió como “una goleta de roble de 40 años, sólida y marinera”.

A mediodía del 20 de enero de 1947, mientras la goleta estaba fondeada en Puerto Madryn, un descuido de un marinero originó un incendio a bordo que no pudo ser controlado. Los tripulantes lograron salvarse alejándose en un bote, pero la Emma ardió durante varias horas y finalmente se hundió a la vista de los numerosos residentes que se habían congregado en la playa. 

Tiempo después, el lugar del hundimiento comenzó a ser frecuentado por un grupo de jóvenes, algunos de los cuales habían sido testigos del incendio. Estos jóvenes se convirtieron en los pioneros del buceo en nuestro país. En la década de 1970 aquellos buzos crearon un parque submarino -el primero de la Argentina- alrededor de los restos de la Emma. Desde entonces, los restos de esta embarcación son aún más significativos ya que están estrechamente vinculados a la memoria local y al surgimiento del buceo en nuestro país. Muchas de estas vivencias están retratadas en los libros de uno de aquellos protagonistas, Francisco “Pancho” Sanabra. 

Actualmente este es uno de los naufragios históricos que se pueden bucear en Puerto Madryn. Sus restos se encuentran a unos 800 m de la costa y una profundidad de 16 metros con marea media. El incendio que provocó su hundimiento destruyó gran parte del barco y algunas piezas fueron extraídas hace tiempo por buzos, por lo que la interpretación de sus restos en el fondo marino no es sencilla. No obstante, aún es posible reconocer su fisonomía general y disfrutar de diversas especies de organismos marinos que han colonizado los restos, como meros, salmones, erizos, estrellas y algas. Bucear en los restos de antiguas embarcaciones nos permite vivir experiencias que nos conectan con fragmentos de historias sucedidas en el mar.

Para bucear allí es importante tener en cuenta que estos restos son un bien cultural frágil e irreemplazable y que están protegidos por la legislación local como parte del patrimonio arqueológico (Ley XI - Nº 11 de la provincia de Chubut). Por lo tanto, se debe actuar con respeto y adoptar prácticas de buceo sostenible. El naufragio de la Emma está incluido en la serie de fichas para buceo “Interpretando Naufragios Históricos”, elaboradas por investigadores del CONICET y el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL). Se pueden descargar gratuitamente ACÁ

En años recientes los restos de esta goleta fueron objeto de investigaciones arqueológicas por parte del equipo de arqueología subacuática del INAPL. Estos trabajos revelaron que una porción significativa del casco del barco permanece enterrada debajo del sedimento y que en ese sector la madera se encuentra en buen estado de preservación. Se logró realizar un relevamiento detallado del sistema constructivo empleado en las partes inferiores del casco. Uno de los capítulos de la serie documental “Naufragios en la Patagonia”, producida por Canal Encuentro, está dedicada a la historia y la investigación de la goleta Emma:

“Mar de Historias” es la campaña que realizan conjuntamente las Direcciones de Patrimonio Cultural de las provincias de Buenos Aires, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, la Administración de Parques Nacionales y el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano para promover un mayor conocimiento, valoración y protección del patrimonio cultural marino-costero del mar argentino. 

Agradecemos al Sr. Federico Méndez Larsen, nieto del patrón de la Emma en las décadas del '20 y el '30, quien aportó valiosa información sobre la historia de la goleta.

Cristian Murray y Mónica Grosso (investigadores del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano)