Día de las Bibliotecas Populares

Bibliotecas populares en Argentina: Memoria, comunidad y futuro

Las bibliotecas populares en Argentina son mucho más que espacios para leer libros, son centros de encuentro comunitario, de formación y de construcción ciudadana. Nacieron a mediados del siglo XIX, impulsadas por la Ley 419 de 1870, también conocida como Ley Sarmiento, que creó la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) y dio un marco institucional a estas asociaciones civiles gestionadas por vecinos.

 

A lo largo de su historia, las bibliotecas populares se consolidaron como uno de los proyectos culturales más federales del país. Están presentes en grandes ciudades y en pueblos pequeños, en barrios urbanos y en zonas rurales, siempre sostenidas por el trabajo voluntario de la comunidad y el apoyo estatal.

 

En ellas no solo se leen libros ya que también se organizan talleres de oficios, cursos de idiomas, ciclos de cine, actividades para niños y programas de alfabetización digital. Funcionan como nodos de cultura viva y, en muchos casos, como un refugio frente a la desigualdad en el acceso a la educación y a la información.

 

Cada 23 de septiembre se celebra en Argentina el Día de las Bibliotecas Populares, fecha que recuerda la sanción de la Ley 419 de 1870. La conmemoración es una oportunidad para destacar el valor de estas instituciones y el compromiso de quienes las sostienen día a día.

 

La ciudad de Trelew es un ejemplo concreto de esta tradición. Allí funcionan numerosas bibliotecas populares que mantienen viva la cultura en distintos barrios:

 

  • Biblioteca Popular Agustín Álvarez (fundada en 1934, con más de 100.000 ejemplares, servicios para personas con baja visión y actividades culturales).
  • Biblioteca Popular Gonzalo Delfino (en el barrio Progreso, con talleres de arteterapia, corte y confección, apoyo escolar y atención comunitaria).
  • Biblioteca Popular Rosa de Amaya (en el barrio Etchepare, con más de tres décadas de trayectoria y talleres culturales como folklore, yoga y tejido).
  • Biblioteca Popular Manuel Porcel de Peralta (barrio Sarmiento, con unos 25 años de historia).
  • Biblioteca Popular del Barrio Constitución “Francisco Guerra” (fundada en 1984, ofrece apoyo escolar y actividades comunitarias).
  • Biblioteca Popular Kim Hue, Biblioteca Popular Raúl Scalabrini Ortiz y Biblioteca Popular Barrio Progreso, entre otras, que complementan una red diversa y activa.

Estas bibliotecas funcionan como puntos de encuentro cultural, con horarios de atención amplios y propuestas para todas las edades, desde la niñez hasta la adultez mayor.

 

Hoy, cuando el hábito de la lectura compite con múltiples pantallas, las bibliotecas populares siguen siendo faros comunitarios. Representan la posibilidad de construir futuro desde lo colectivo, manteniendo viva la idea de que el acceso a la cultura es un derecho y no un privilegio.

 

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