Conocé a Roberto Moscoloni, un narrador en tiempos de celulares y redes sociales

Roberto Moscoloni es poeta, escritor y narrador oral oriundo de la ciudad de La Plata, luego vivió  muchos años en la provincia de Río Negro. Y quienes recorren la Feria del libro de Gaiman se lo van a cruzar. De barba canosa, profusa, camisa escocesa, remera de pueblos originarios y sobrero multicolor, es un personaje más que interesante para poder interactuar, pero no por su apariencia, sino por lo que nos tiene para contar.

Roberto es un veterano de las ferias literarias en Gaiman, y luego de presentarse como "el santo Mosco" (foto) compartió sus reflexiones sobre la cultura, la literatura y su compromiso con la comunidad. Con una trayectoria de más de 12 años asistiendo a este evento, Moscoloni enfatizó la importancia de estas reuniones para fomentar conexiones y experiencias significativas.

"Estábamos calculando que hace 12 años, 11 años, todos los años", mencionó Moscoloni sobre su participación continua. Estas reuniones no solo generan oportunidades para encontrarse con viejos amigos, sino que también permiten observar cómo algunas personas se sienten en la cima del mundo simplemente por haber publicado un libro. Sin embargo, Moscoloni destacó a quienes realmente trabajan por la cultura, caminando entre nosotros y ofreciendo sus obras sin fanfarria.

"El bronce para alguien que escribe o que narra es que los pibes después de cuatro o cinco años te reconozcan y te pidan el cuento y se acuerden del cuento".

El escritor elogió la humildad y el talento del poeta local Fernando Saldivia, quien no necesita anunciar su identidad para ser reconocido. "Recién estaba Fernando Saldivia, que es un poeta de ustedes, impresionante. Y él no anda con el cartel que dice soy Fernando Saldivia", comentó Moscoloni, subrayando la belleza de la sencillez y el compromiso cultural.

Recordando una experiencia reciente en la Escuela 125 de Bethesda, Moscoloni relató cómo los estudiantes de sexto grado le pidieron que repitiera un cuento que les había contado en segundo grado. "Ese es el premio", expresó con orgullo, resaltando el impacto duradero que puede tener una buena narración en la vida de los jóvenes.

"Las redes son para agarrar pescado. Ustedes que tienen el puerto cerca lo saben. Entonces, en las redes quedan enganchados los pescados. Y después hay una cosa. ¿Viste que cuando la gente va a comprar un libro, hace así y lo huele y el libro tiene un olor especial?".

Moscoloni reflexionó así sobre el papel del escritor en la era de la tecnología y las redes sociales. "El día que compren un celular, lo huelan y tenga un olor especial, vénganme a decir que el celular venció al libro", afirmó categóricamente, defendiendo la perdurabilidad del libro.

En cuanto a la chispa creativa, Moscoloni insistió en la necesidad de reflejar la realidad en la escritura. "Si vos escribís nada más que cosas lindas y que mentir de lo que hay alrededor, sos un hipócrita", sentenció. Para él, un escritor debe abordar tanto las maravillas como las adversidades de la vida.

El compromiso de Moscoloni con la comunidad se percibe en su participación activa en los eventos (como la Feria del Libro de Gaiman, que finaliza este domingo) y su disposición para interactuar con la gente, desde visitar escuelas hasta colaborar en ferias de libros. "Eso es lo que me parece que es el trabajo del artista. No el otro", concluyó, reafirmando su dedicación a la cultura y su papel como narrador y escritor comprometido en diálogo con EL CHUBUT Digital.

Integra el Plan Provincial de Lectura y Escritura. Ha publicado más de veinte libros, entre ellos “Postales”, “Simple I, II y III”, “Flores y enigmas de la mente”, “Historias que Kulima me contó en las sombras”, entre otros.