Política, crisis y democracia en los primeros años de la Colonia galesa
La Colonia galesa del Chubut forma parte de un hito histórico importante de la provincia, pero también del país. Con la “Ley de colonización” de 1876, la generación del ’80 apostó fuertemente por una política migratoria. Muchos venían a buscar mejores oportunidades. Algunos trajeron socialismo y anarquismo. Otros, simplemente democracia.
por REDACCIÓN CHUBUT 28/07/2024 - 16.53.hs
La política democrática de la colonia galesa del Chubut, es comprensible solamente en un contexto histórico de espacio y tiempo. Durante el Siglo XIX Europa estaba viviendo una serie de cambios políticos, sociales y económicos, a los cual el pueblo galés no sería ajeno. Ver peligrar sus valores culturales, idioma, tierras y recursos naturales por el avance de los ingleses, algo que ya habían padecido durante el siglo XIII con el reinado de Eduardo I de Inglaterra y la “Ley de Anexión” de 1542, con la pérdida de su gobierno. Surgen así los proyectos colonizadores y nacionalistas.
Durante mediados del S. XIX, Michael D. Jones, un pastor congregacionalista, figura principal del movimiento nacionalista galés moderno y figura principal de la Colonia galesa del Chubut, viajó a Estados Unidos y tuvo la idea de que todos los galeses que abandonaban su país natal dirigieran sus miradas hacia algún otro lugar, ya que en aquél país la cultura galesa se asimilaba rápidamente a lo Norteamericano . Al volver a Gales, conforma una sociedad inmigratoria en Liverpool con la idea de que los galeses que abandonaban su país natal dirigieran sus miradas hacia la Patagonia. Se inician las negociaciones con el Gobierno argentino a través del contacto con Samuel Phibbs, cónsul argentino en Liverpool; y para 1862 obtienen una respuesta favorable de Guillermo Rawson, Ministro del Interior del Gobierno de Mitre.
En 1863 dos representantes de la Compañía inmigratoria de Liverpool, Love Jones-Parry y Lewis Jones, son enviados a Argentina con el motivo de concluir el tratado con el Gobierno Nacional. El 21 de julio de 1863 Rawson envía al Congreso el anteproyecto convenido con la Compañía para su aprobación, pero éste es rechazado por parte del Senado, veinte y un votos en contra y cinco a favor.
Será por los intereses de un lado y el otro que tanto la sociedad inmigratoria, como el propio Gobierno argentino, no desistieron de tal acuerdo.
El 16 de octubre de 1864 el Ministro Rawson, envía una carta a Phibbs donde el Gobierno argentino autoriza la llegada de los colonos. Amparado en la Ley N° 28, de octubre de 1862, otorgando 100 acres (unas 50 ha) de tierra por familia para conformar la colonia a orillas del rio Chubut. Por familia individual y no a la sociedad inmigratoria como conjunto. La misma sociedad acepta el acuerdo y para el año 1865 se concretará el sueño de Michael D. Jones, quien verá su ópera prima en un viaje a la Patagonia en 1882.
El 28 de julio de 1865 es el día de arribo de 153 inmigrantes galeses a tierras patagónicas a bordo del velero Mimosa, en la actual ciudad de Puerto Madryn. Ésos primeros meses van a ser muy difíciles. En primer término la realidad geográfica del desierto patagónico, una cuestión tan diferente a lo expuesto en el Llawlyfr y Wladychfa Gymreig (Manual de la Colonia Galesa) de Hugh Hughes Cadfan de 1862, publicación que pretendía promocionar la emigración hacia la Patagonia e informar sobre los tratados con el gobierno argentino. Además, el traslado desde el Golfo Nuevo al valle del Chubut, la pérdida de las mujeres y los niños en el mar durante un mes cuando se dirigían desde el Golfo al puerto de Rawson, y la llegada tardía para la siembra. Otro aspecto importante es que la Sociedad inmigratoria ocultó sobre el rechazo del tratado y la negativa del anteproyecto por parte del Congreso. Los inmigrantes se enteraron una vez que se encontraban en Chubut y por ello creyeron ser engañados.
Éstas y otras cuestiones fueron los detonantes que dan comienzo a las primeras discusiones políticas. Quien lo resalta de mejor manera es Lewis Jones: “Cuando llegó noviembre, pasado apenas cuatro meses, las angustias, afanes y pendencias se habían trenzado en una cuerda de facciones que fue un pesado flagelo para la Colonia por largo tiempo” .
Una aclaración importante: En el puerto de Liverpool, antes de partir a la Patagonia, se había decidido organizar políticamente a la colonia en un cuerpo colegiado de 12 representantes (Cynghor o Consejo), elegidos por voto secreto (Tugel) dentro del contingente inmigratorio. Y el presidente de dicha institución sería considerado el Gobernador de la Colonia. Un sistema político de representación, pero que también incluía democracia directa a través de las reuniones de contingente (Cyfarfod Cyhoeddus); un gobierno del tipo Parlamentario con tintes Asamblearios. El propio Lewis Jones era el presidente de dicha comisión, y gobernador de la Colonia. Pero en noviembre (1865), tras una acalorada reunión pública, es destituido de su cargo y abandona la colonia para radicarse en Bs. As. Es elegido en su lugar William Davies.
Las facciones que menciona L. Jones en primera instancia salen a la luz en el que dará en llamarse “El Primera Cisma de la Colonia”, y que tendrá su punto álgido en la polémica carta enviada al Gobernador Mackenzie de las Islas Malvinas, el 8 de marzo de 1866. Dicha misiva imploraba al Gobierno británico a trasladar a los colonos, ya que se encontraban en “situaciones inhumanas”. Podemos decir que los firmantes de la carta representaban a la facción de los “Disidentes”, siendo su líder, y autor de dicha correspondencia, el Rev. Robert Meiron Williams. Mientras que la otra facción la podemos denominar como los “Optimistas”, con Edwin C. Roberts, Richard Jones Berwyn y Hugh Hughes Cadfan como líderes, quienes confiaban en que se podía mejorar la situación.
Una vez que la carta llega a manos del Gobernador Mackenzie, éste toma contacto con los representantes británicos en Brasil, Montevideo y Buenos Aires. Se decide enviar la nave de guerra británica a la Colonia, el H.M.S. Triton, partiendo desde Montevideo el 19 de junio de 1866. En él viajaban: el segundo secretario de la legación Británica en Buenos Aires, el Capitán R. G. Watson y el funcionario argentino Antonio Álvarez de Arenales. Una vez en la colonia y en Trerawson (pueblo de Rawson), los representantes entrevistaron a todos los colonos. Y se sorprendieron cuando encontraron a la mayoría muy contentos con su situación .En la carta se había mentido en algunos hechos, se habían falsificado nombres y firmas, además se incorporaron los nombres de 5 niños firmantes. Esta vez abandonaron la colonia algunos galeses.
Tras este confuso episodio seguirán los conflictos, producto de las malas cosechas, las pérdidas de caballos y ganado, la pérdida de “el barquito” Denby, entre otros factores. La polarización continuará con las mismas ideas, “Y mae yma ddadl galed iawn wedi bod: rhai am aros yma, a rhai am fyned i ffordd” [Hay una discusión muy dura aquí: algunos quieren quedarse aquí y otros quieren ir por otro camino] (Hugh Hughes Cadfan). Ahora ya no son dos facciones, sino dos partidos políticos bien diferenciados: el “Plaid am aros” (partido por quedarse) y el “Plaid am adael” (partido por partir). Aunque en las elecciones primaba la votación por quedarse, una exploración hacia el oeste en busca de mejores tierras, que no tuvo un buen resultado, cambiaría las cosas. Así a fines de 1866 y mediados de 1867 se dará “El Segundo Cisma de la Colonia”. David Williams, en su libro ‘El valle prometido’, así lo comenta: “La opinión de Davies, con su peso de presidente de la Colonia, fue ganando adeptos, y en pocos meses se fueron convenciendo más y más colonos de que debían partir. Quienes decidieran quedarse, debían optar por una mayor soledad aún”.
Así es que el líder del partido por partir, el Rev. Abraham Matthews después de una diligencia a Buenos Aires, vuelve con una propuesta por parte del Gobernador de la Provincia de Santa Fe, Nicasio Oroño, para dirigirse a Pájaro Blanco. También una propuesta de Aguirre y Murga para trasladarse al Río Negro. Y la propuesta del Ministro Rawson de quedarse a intentarlo por un año más y que el Gobierno Nacional los ayudaría económicamente; dicha propuesta defendida por los partidarios por quedarse: Berwyn y Edwin Roberts. El debate fue acalorado. Posteriormente se procedió a elegir la mejor propuesta. Los resultados de la votación arrojaron 44 votos para irse a Pájaro Banco, 3 a Río Negro y 3 para quedarse. Tras el resultado, Matthews partió nuevamente rumbo a Buenos Aires para informar la decisión que habían tomado los colonos. Pero se encontró con Lewis Jones en Carmen de Patagones, dispuesto a volver a convencer a los colonos de no abandonar la Patagonia; los dos líderes de la colonia y de los partidos opuestos llegan a un consenso en el “Histórico Acuerdo de Patagones” (Williams). Matthews veía con cierto peligro que los colonos se dispersaran.
Cuando los líderes regresaron a la Colonia “durante los siguientes dos días el Sr. L. Jones estuvo en todas las casas conversando con cada jefe de familia, y al tercer día se celebró una reunión pública” (Fabio T. González) Por su parte, aquellos que se habían ido a Buenos Aires con el presidente del Consejo, William Davies, no regresarían y se irían al destino de Pájaro Blanco. Para el 28 de Julio (1867) se celebró el primer Gwyl Glaniad (fiesta del desembarco), en conjunto con los pobladores nativos y también se realizaron las elecciones para elegir al nuevo Cynghor (Consejo).
Durante los siguientes años el sistema político de la Colonia va a mutar de una “práctica política” de los primeros años, con un sistema de gobierno parlamentario, a un sistema netamente estructurado jurídicamente, con la sanción de la primera Constitución (Cyvansoddiad) de la Colonia en 1870. Donde se traspasa a un sistema de gobierno semi-presidencialista. Un sistema “mixto” entre el sistema de Westminster británico y el presidencialismo norteamericano, con tintes democráticos influenciados por el cartismo británico.
Más Noticias