Historia de inmigrantes: Antonio Gallo, de la guerra a ser el “papá” de un equipo de fútbol

Ferroviarios. Foto obtenida por Juan Antonio Thomas, suegro de Teresa Gallo. Uno de los hijos de Don Antonio. En la imagen, se encuentra tercero arriba, de izquierda a derecha, con bigotes.

(Serie de publicaciones en el marco del 137º aniversario de la ciudad de Trelew. Historias extraídas del suplemento especial del Diario EL CHUBUT "Trelew 120 años" publicado en el 2006 y reeditado en el 2016).

Testimonio. Teresa Gallo de Thomas.                 

“Antonio nació en Mede, Lomelina, en el norte de Italia, en 1898, cerca del Río Po. Cuando tenía dieciocho años se enteró de que debía ir a la guerra en la plaza de su pueblo, donde estaba escrita la lista de los convocados para luchar contra los alemanes. Fue herido en una pierna, hecho prisionero por los alemanes, que por días no le dieron de comer, y después le dieron un abundante guiso de porotos, con el cual sufrió una indigestión que casi lo lleva a la muerte”.

“Llegó al valle del Chubut como tantos inmigrantes europeos que querían olvidar lo vivido en la Primera Guerra Mundial, acompañado de un primo radicado en Puerto Madryn, quien lo alentó para iniciar una nueva vida en la República Argentina. Hizo el trayecto entre Puerto Madryn y Trelew caminando acompañado por una familia de italianos que lo hacía en carro. Adoptado por la familia de Giulio Rossi, otros inmigrantes italianos que todavía poseen una chacra en la zona de Drofa Dulog, inició una nueva vida lejos de sus seres queridos”.

“No fue muy fácil retomar luego de pasar por la guerra. Por un tiempo vivió con depresiones que hicieron temer por su vida. Por suerte la hospitalidad de una familia galesa y de los Rossi hicieron que se recuperara y luego formara su hogar, casándose con Estebana Colemil, nativa de la zona de Cushamen, descendiente de las familias Colemil, Rayuanque Nahuelquir y Sayhueque y criada de la familia Rossi. Tuvieron numerosa prole: una mujer, María, Y once varones”.

“Por años trabajó en la ‘Casa Meyer’ cerca de la estación del Ferrocarril cargando tambores y bultos muy pesados, demostrando tener una enorme fuerza. En sus horas libres le gustaba caminar cantando melodías populares con un lirismo propio de los italianos recorriendo las vías del ferrocarril que iban rumbo a Rawson”.

“En los primeros años, vivieron cerca de lo que hoy es el Barrio Planta de Gas, lugar donde había varias chacras con una arboleda muy grande. Allí, una comunidad de búlgaros se dedicaba a tareas agrarias y en sus ratos libres organizaban fiestas donde abundaba el canto, el baile y la comida. Muchos de ellos volvieron a su tierra natal”. “La laguna en el invierno se congelaba, pero cuando crecía se inundaba todo lo que hoy es Planta de Gas y muchas familias quedaban aisladas en el borde de la loma”.

“Luego de muchos años volvió a Italia donde fue muy bien recibido por parientes y amigos que no dudaron en pedirle que vuelva. Pero ya con sus once hijos no podía regresar porque sus raíces ya estaban aferradas a esta nueva tierra”.

“El Padrinazgo Presidencial de su Hijo Agustín Pedro ‘Pichito’ constituyó un acto social poco frecuente. Ocurrió en el mes de noviembre de 1936 y la ceremonia se realizó en la Iglesia Parroquial de la ciudad de Trelew, donde el Presidente Agustín Pedro Justo estuvo representado por el Gobernador de la Provincia, Don José M. Baños, actuando de madrina la Sra. Sebastiana Ginetta, conocida de la familia Gallo”.

“Al acto concurrieron autoridades territoriales, municipales y militares, como también distinguidos grupos de personas pertenecientes a las ciudades de Trelew y Rawson. Luego de terminada la ceremonia de padrinazgo se sirvió un lunch en el Colegio Santo Domingo, ocasión en la que los padres del niño fueron muy felicitados”.

“Desgraciadamente, Agustín Pedro falleció a los pocos años afectado de una grave infección.  Giovanni, su hijo mayor, concurrió a la Escuela N.º 5 y luego trabajó en el Ferrocarril hasta que se clausuró; sus otros hijos concurrieron a la escuela N.º 122 y con el correr del tiempo formaron una familia muy conocida, especialmente en el ambiente deportivo, porque la mayoría jugó al fútbol en el Club Deportivo Huracán con el que lograron varios campeonatos”. “El “Nono” como se lo llamaba cariñosamente ENE en 1970”.

Los Gallo y la pelota

Siete de los 11 hijos de Antonio Gallo y Estebana Colemil integraron un recordado y glorioso equipo de los años 50, en Huracán de Trelew. En verdad era un hecho curioso. Y juntos, ganaron muchos torneos. En la foto histórica que ilustra esta nota “aparecen parados: Rómulo, Ernesto, Antonio (padre de todos); Agustín y Pedro. Sentados: Agustín, Sebastián y Andrés. En la otra toma, aparecen en una foto de la época junto a otros dos compañeros.