Europa dividida ante la energía nuclear II
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Además de no existir políticas comunes entre los países de Europa, las constantes variaciones de las decisiones políticas, confirman que Europa sigue dividida ante la energía nuclear.
En 2002, el Gobierno de centro-izquierda alemán aprobó una ley para impedir la construcción de nuevas centrales nucleares. Además, todos los reactores existentes ya fueron cerrados y algunos se encuentran en desmantelamiento.
Esto formaba parte de un cambio hacia fuentes de energía como la eólica y la solar, que el país consideraba realmente renovables. Aunque la energía nuclear se considera baja en carbono, ya que los reactores nucleares no producen emisiones directas de CO2, depende del uranio como combustible, cuya extracción y refinado consumen mucha energía, de origen fósil preponderantemente.
En 2010, Angela Merkel anunció que se ampliaría la vida útil de las centrales nucleares alemanas para aumentar el suministro de energía baja en carbono.
Apenas un año después, el incidente de la central japonesa de Fukushima volvió a sembrar la inquietud. Hubo meses de masivas protestas antinucleares en todo el país que llevaron al Gobierno de Merkel a anunciar el cierre de todas las centrales nucleares para 2022.
Una clara expresión de la división respecto de la energía nuclear en la actitud de la población de los países europeos, se advierte en el análisis del siguiente cuadro:
La amenaza de inseguridad energética debida a la guerra de Ucrania prolongó su vida más allá de este plazo, y el canciller Olaf Scholz mantuvo abiertas las tres centrales restantes hasta abril de 2023 para evitar escasez de energía.
Cuando estos tres reactores cerraron oficialmente el 15 de abril de 2023, Alemania se unió a Italia y Lituania como uno de los tres países que han eliminado completamente la energía nuclear para la generación de electricidad después de tener reactores operativos.
En Italia, la energía nuclear también es un tema controvertido. Todas las centrales del país se cerraron en 1990 tras un referéndum sobre la energía nuclear. Desde entonces, el Gobierno ha intentado proponer una reactivación, sobre todo con un plan en 2008 para construir hasta 10 nuevos reactores.
Una vez más, el accidente nuclear de 2011 en Japón influyó en la opinión pública: el 94% del electorado votó a favor de prohibir la construcción en un referéndum celebrado poco después.
Sin embargo, con la presencia del ministro italiano de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, en la cumbre de Bruselas de 2024, en la que Italia fue uno de los 32 países que firmaron una declaración en la que afirmaba: "un firme compromiso con la energía nuclear", el futuro nuclear de Italia vuelve a ser objeto de debate.
También existen obstáculos al desarrollo de la energía nuclear en otros Estados miembros de la UE, como Portugal, Dinamarca y Austria. Viena interpuso en 2022 un recurso contra la UE alegando que la clasificación de la energía nuclear como inversión ecológica era un "lavado verde".
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