India y sus minas de Uranio VII
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El gobierno central de India aprobó exploración de uranio en montes de Nallamala, incluida parte de la reserva natural. Una aprobación preliminar otorgada desde la Capital para iniciar esos trabajos de minería exploratoria había generado protestas y resistencia del Gobierno estatal.
La aprobación se dio unos meses antes para que Uranium Corporation of India Limited (UCIL) empezara obras de exploración de uranio en esta región ecológicamente delicada que se extiende por los estados de Andhra Pradesh y Telangana. Aunque el gobierno de Telangana accedió inicialmente a la decisión del Gobierno central, la oposición de ambientalistas, ciudadanos preocupados y pueblos indígenas chenchu llevaron a un cambio de opinión.
Informe noticioso citó declaraciones del gobierno municipal y al ministro de Tecnologías de la Información de Telangana, K.T. Rama Rao, en el sentido de que no se permitiría minería en la región. Sin embargo, para disgusto de ambientalistas y comunidades indígenas, la exploración continuó pues depende del Gobierno central.
Los chenchus temen perder su hogar
La cadena montañosa de Nallamala es conocida por su rica biodiversidad. Con su abundante flora y fauna, el monte queda a medio kilómetro de la zona del río Krishna. Los chenchus son una comunidad indígena cazadora y recolectora para la cual la cadena montañosa de Nallamala es su hogar.
Tradicionalmente, la comunidad indígena reúne producción de las montañas. Les preocupa la pérdida de su medio de vida, potencial evacuación forzada de sus hogares y la destrucción del frágil ecosistema de la zona. Tras la aprobación para la exploración de uranio, los chenchus empezaron a patrullar la zona con más diligencia para ahuyentar a los mineros.
El uranio se extrae de mineral que se encuentra cerca o debajo de la superficie. Sin importar el procedimiento usado, la minería de uranio siempre produce residuos radioactivos sólidos y líquidos.
Amenaza para la población de tigres
La aprobación preliminar para explorar fue concedida para una zona de casi 83 km2 dentro de las montañas de reservas Amrabad y Nudigal ubicadas en Nallamala. En un momento en que la población de tigres ya está reducida, esto ha prendido las alarmas.
La reserva de tigres de Amrabad es la segunda en India y alberga 22 tigres y cerca de cien leopardos junto con cientos de otras especies de mamíferos, aves, reptiles e insectos. La actividad minera implica pérdidas de un millón doscientas mil hectáreas de hábitat de vida silvestre y pérdidas de muchos nativos.
Ciudadanos preocupados y grupos de ambientalistas han recurrido a medios sociales para dar esto a conocer, y algunos han hecho pedidos al Gobierno central y estatal para que dejen sin efecto la aprobación.
Ambientalistas y ONG prevén que los residuos de las minas van a terminar en el río Krishna, y lo van a contaminar, que es una fuente importante de agua potable para Andhra Pradesh y Telangana, y que a la larga dañarán la flora y la fauna de la región. La minería tendrá graves consecuencias para las generaciones venideras.
Además de la agitación en el lugar, quienes se oponen a la medida han iniciado campañas y peticiones en línea para impedir la minería de uranio en la región. Han iniciado una petición en change.org para salvar al monte Nallamala. La petición alcanzó más de tres decenas de miles de firmas. Además de ONG y ambientalistas, varias celebridades y figuras públicas también han dado su apoyo a la campaña.
La campaña dice: ¿Necesitamos desarrollo? ¡Sí! Pero ¿a qué costo? La minería de uranio no solamente destruirá el monte, contaminará el suelo, la flora y la fauna. Los residuos se filtrarán a los ríos y se esparcirán por kilómetros y afectarán a miles de indios.
Casi 10 mil hectáreas de montes de Nallamala están en riesgo de ser destruidos. “Han destruido nuestros lagos, inundado nuestros estados, causado sequías en otros y contaminado la mayoría de nuestras fuentes de agua potable”.
A pesar de las seguridades del Gobierno estatal de Telegana para impedir la mina, no hay garantía de que la minería no empezará en el futuro. India tiene planes de multiplicar por diez su producción de uranio en los últimos 15 años. Si UCIL descubre depósitos significativos de uranio, las autoridades estatales de Telegana pueden verse tentadas a cambiar su postura y permitir mayor explotación ambiental.
Mientras continúan los forcejeos entre chenchus, entes cívicos, ambientalistas y autoridades, el destino del monte Nalamalla y su biodiversidad están en la cuerda floja. (Fuente Anumeha Verma)
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