Residuos nucleares: un fracaso en su eliminación segura y responsable II PorJosé M. Hunt

Dos expresidentes de la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) de Estados Unidos son contundentes al respecto:

Jazcko: “Sólo hay una respuesta lógica: debemos dejar de generar residuos nucleares, y eso significa que debemos dejar de utilizar energía nuclear”.

Allison Macfarlane: “Es irresponsable seguir adelante y construir nuevos reactores si no se ha resuelto el problema de los residuos”.    

Pero vivimos en el presente, y el gobierno norteamericano está invirtiendo más fuerza que inteligencia en el riesgo de exposición a la acumulación de residuos para trabajadores, madres y niños prácticamente en todas partes.

Por ejemplo, la Reserva Hanford, en el estado de Washington, es el depósito de residuos más grande y tóxico del país, administrado por el Departamento de Energía (DOE), y su limpieza de residuos nucleares de la producción de armas de la Segunda Guerra Mundial no ha dado resultados.

Planean enviar unos 8 metros cúbicos residuos líquidos a través de la estación central de trenes de Spokane, Washington, y luego a otros estados del noroeste, terminando en Texas. Las objeciones del alcalde de Spokane y de los funcionarios estatales han sido ignoradas, incluso después de que la legislatura estatal de Washington aprobara un fondo multimillonario para la limpieza del depósito de Hanford, cuya finalización está prevista para mediados de siglo.

Se han ignorado los problemas del comercio interestatal inseguro y el posible descarrilamiento planteados por organizaciones nativas y comunidades urbanas. El "plan" de Hanford consiste en aprovechar al contribuyente por partida doble a través de las ventanillas federales y estatales, a la vez que reduce el presupuesto federal asignado a las medidas federales requeridas. Se esperan más envíos.

Otro caso horrendo involucró el fracaso del gobierno para contener permanentemente los residuos nucleares del Proyecto Manhattan durante la Segunda Guerra Mundial en St. Louis, Missouri.

Los residuos del enriquecimiento de uranio se filtraron en ríos, el aeropuerto y vertederos ilegales, con el gobierno respondiendo a la velocidad de los glaciares con inspecciones evasivas, negando los riesgos graves para la salud y la falta de acción en la limpieza de un vertedero Superfund que tanto la NRC como la EPA clasificaron como una emergencia.

El condado de St. Louis ha detallado un espectro completo de cánceres altamente elevados en niños y adultos y trastornos autoinmunes. La fecha de inicio para la limpieza del vertedero aparentemente se ha retrasado, y después de 75 años la comunidad todavía está esperando la acción y las intervenciones de salud de emergencia que las víctimas de la exposición a la radiación tienen todo el derecho a recibir. 

Ésta no es manera de gobernar un país.

La Casa Blanca de Trump, siempre inquieta, persigue su anhelo de dominio energético, relegando a la NRC a un segundo plano para que la rápida evaluación, aprobación, construcción y operación de grandes reactores y una flotilla de pequeños reactores modulares (SMR) pueda desplegarse durante el actual mandato o poco después. La Casa Blanca tomará las decisiones más cruciales respecto a la aprobación y financiación del llamado "segundo renacimiento" de la energía nuclear.

Respecto de los SMR informaremos detalladamente en otra nota.

La Casa Blanca está presionando para que la exposición a la radiación permitida para los trabajadores de la industria sea cinco veces mayor, superior a la de cualquier otro país que implemente energía nuclear.

Estudios epidemiológicos recientes muestran que una mayor exposición es especialmente perjudicial para las mujeres embarazadas y las niñas, duplicando las tasas de cáncer por exposición prolongada en comparación con las poblaciones de referencia. Eso sería inadmisible. 625