Estilo y Vida

Vida y Pasión de un Inmigrante

“Llegué a esta parte de la patagonia argentina, desde el otro lado de la cordillera de Los Andes. Siempre miré desde mi pueblo de origen, con admiración hacia este lado de las cumbres nevadas, pero nunca pensé que mi destino estaba aquí”, contó Julio Juan Pérez.

por REDACCIÓN CHUBUT 20/10/2022 - 16.40.hs

... Así comenzó su relato Julio Juan Pérez, quien llegó cuando tenía 22 años y un acontecimiento que lo marcó para siempre, lo trajo hasta Trelew para formar su familia y quedarse definitivamente.

 

“Fue en abril de 1975 que decidí emigrar impulsado por un gobierno dictatorial que comenzó a encarcelar y en muchos casos hizo desaparecer a quienes se resistían a pensar distinto. No fue difícil encontrar trabajo. Fue más difícil encontrar un lugar donde alquilar, porque en esa época Trelew estaba a pleno. De distintas partes del país y países limítrofes llegaba gente porque había necesidad de mano de obra en el Parque Industrial. Realicé distintas actividades, hasta que ingresé a la fábrica textil Supersil S.A., donde tomaron en consideración mis estudios realizados en una escuela industrial donde había egresado como Técnico Electricista de Mando Medio, además traía la experiencia de haber trabajado en obras importantes con personal a cargo”. Así resume Julio Juan, su arribo al Pueblo de Luis, donde paulatinamente cumplió con los trámites de radicación, que por aquellos años se formalizaba en la Prefectura Naval de Puerto Madryn.

 

Sin darse cuenta, se enamoró de una mujer argentina, que también llegó a Trelew en busca de un futuro mejor. Formalizaron el matrimonio y formaron una familia con una hija. “Mi trabajo en la actividad textil, se desarrolló normalmente, durante más de 20 años, hasta que comenzó a decaer el Parque Industrial, comenzaron los despidos y renuncias negociadas, hasta que Supersil, que en sus mejores momentos supo dar trabajo a más de 150 personas, finalmente quedó vacía, y me correspondió como electricista, literalmente apagar la luz", relató. “Posteriormente, trabajé en otras empresas en el Parque Industrial, pero al tiempo también fueron decayendo, en momentos en que la economía del país se encontraba en crisis. Para subsistir, tuve que salir de la provincia e irme al sur a trabajar, siempre en instalaciones eléctricas para obras. Luego del sur, también recorrí el norte de la provincia del Chubut, hasta completar la edad para jubilarme", dijo.

 


“Volví a Trelew, donde tengo mi familia y mi vivienda y aquí me he quedado a pasar los años que Dios me dé. Vivo en una ciudad que la vi esplendorosa, la vi pujante, y ahora veo que no puede salir del letargo. No sé si serán las nuevas generaciones de políticos que con ideas progresistas, creadoras de fuentes de trabajo y con mentalidad transparente, le impriman a Trelew ese valor agregado que falta, donde la gente viva con dignidad y esperanza”, nos dijo Julio Juan, en el relato de su vida.

 


 

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