Esquel

Trabajo realizado por alumnos de la Escuela N° 112 puso en evidencia la contaminación del arroyo Esquel

Un trabajo práctico realizado por alumnos de 4° de la Escuela N° 112 del barrio Matadero dejó en evidencia el grado de contaminación que presentan distintos tramos del arroyo Esquel. La iniciativa fue impulsada por la maestra Claudia Galván, en el marco de una actividad de Ciencias Naturales.
 

por REDACCIÓN CHUBUT 17/10/2019 - 00.20.hs

“A principios de año el equipo intercultural bilingüe propuso que trabajemos con alguna temática referida al arroyo Esquel, y se me ocurrió trabajar con los microorganismos, pensando en que muchos niños comentaban que suelen pescar y 
comer las presas que pescan”, 
dijo Galván en diálogo con EL CHUBUT.   
“Nos preguntábamos si el agua estaba apta y de ahí surgió la problemática de empezar a investigar, y comenzamos con una caminata por el arroyo acompañados por Benjamín Lobos, que está en la agrupación Amigos de la Cascada”.
Desde entonces “hicimos toda la caminata bordeando el arroyo y se tomaron muestras, una al principio y otra al final, que después se llevaron al laboratorio para analizar. Y después en la escuela se abordaron diferentes hipótesis, en base a los posibles resultados, entre otros trabajos. Cuando llegó el momento de recibir los resultados de las muestras, surgió que  en la Cascada había 25 colonias de escherichia coli. Ahí se trabajó sobre lo que era la escherichia coli, lo que era una colonia, analizando que el agua no estaba apta para consumo pero sí para bañarse”.
Galván subrayó que “el tema fue cuando recibimos las otras muestras, vimos que había más de 500 colonias de escherichia coli, por lo tanto, no estaba el agua apta para consumo ni para actividades recreativas. Ahí los chicos se súper espantaron, y empezamos a ver que era la escherichia coli, las enfermedades que transmite. Volvimos al arroyo para ver la cantidad de residuos que había”. 

 

MALOS HABITOS 
La docente de Ciencias Naturales comentó que tras los resultados de laboratorio “los chicos comentaban el mal hábito que tienen las personas y que tienen que empezar a aprender. Que cada vez que muere un perro la mamá lo tira al arroyo, o tiran la basura de la casa. Así que empezamos a trabajando en una campaña de concientización. Se hicieron folletos para repartir, son 300 copias con un tríptico donde cuentan lo que se investigó, lo que tiene el arroyo, y cómo los vecinos pueden revertir la situación actual, recomendando algunas acciones”.
Advirtió Galván que “el agua no esta para consumo ni para nada, está muy contaminada en la zona donde viven los nenes. En la zona de la cascada el agua sí es apta para actividades recreativas”.
Sobre el trabajo, señaló que “la Escuela ayudó a pagar el estudio que se hizo en el laboratorio que es uno de los más serios. En forma previa nos explicaron como se tenía que hacer, después filmaron el proceso, realizando un trabajo objetivo y de manera profesional. Nos dieron material para leer y estar informados sobre el tema del consumo del agua”.
A partir de estos datos se mostró esperanzada en que la gente se empiece a movilizar, que los vecinos del barrio van a realizar acciones para cambiar esto. Nosotros pensamos trabajarlo a largo plazo, de manera institucional. Que año a año los grados se enganchen para trabajar y el arroyo se mantenga como un espacio para jugar, porque es su lugar y lamentablemente está mal usado”.
 

 

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