Chubut: Cultura y educacion en llamas

Sr.Director: 
Como docente jubilada, directora de escuela, supervisora escolar, expresidenta del Consejo Provincial de Educación, exdirectora de Cultura de Trelew y secretaria de Cultura de la Provincia del Chubut, observo con gran preocupación la falta de política educativa y el desgobierno escolar reinante en la provincia.

Ante esta grave situación me consultan porque soy docente y pregunto:
¿Qué sucede con las supervisiones seccionales, supervisores escolares, directores y vicedirectores de las escuelas primarias y secundarias que no asumen sus funciones tal como lo establece el Reglamento de Escuelas? Todo lo elevan a la Superioridad. ¿No desean comprometerse o les quitaron autoridad?
¿Quién es la superioridad? ¿La supervisión general, los directores políticos de cada nivel y modalidad? ¿El Ministerio de Educación? ¿El Gobernador? O ¿El gremio? Tantos cargos con altos sueldos (superpuestos en misiones y funciones, unos políticos y otros de carrera docente) para nada?
¿Dónde se ubica actualmente el Director de Escuela, otrora líder del cuerpo docente, administrativo y operativo de su escuela? No hace tanto movilizador de las cooperadoras escolares, clubes de madres y clubes de exalumnos. Integrante de las Uniones Vecinales de su barrio y otras entidades de bien público.
¿Qué tarea deben cumplir las Delegaciones Administrativas de cada seccional, actual reducto de docentes adscriptos, porteros, tareas pasivas, faltadores que realizan un trabajo ineficiente?
  Desde años observo con dolor la decadencia vertiginosa de la calidad educativa, pero en el último decenio es alarmante porque no sólo se perdió la calidad, sino la cantidad imprescindible de tiempo para alcanzar los contenidos mínimo exigidos por la Ley Federal de Educación y el Consejo Federal de Educación compuesto por todas las provincias argentinas, para ser promovidos. Hemos caído en un oscuro subterráneo donde no se enciende una luz de sabiduría para encausar el caos producido por el desgobierno escolar.

Ante la propuesta demagógica de cumplir 200 días de clase para el 2020 (ya se modificó y ahora hablan de 190 días). Me preguntan y pregunto: si en este ciclo que está finalizando sólo llegaron a 65 días y 18 horas en algunas materias ¿Cómo superarán el déficit para lograr los contenidos mínimos para promocionar? Ni hablamos de calidad educativa. ¿Repetir, escuela de verano, clases de apoyo, extensión del horario escolar? No sabemos cuál será la opción que escogerán. El desconcierto ahoga.

¿Y el ingreso cómo será en 2020? Dijeron por sorteo. ¡Una aberración total!
¿Qué proyecto y planificación elaboraron autoridades, docentes y gremios para afrontar esta emergencia educativa? ¿Con qué recursos lo harán?
¿Pensaron en un plan de infraestructura escolar para reparar los edificios durante las vacaciones de verano?
Gobierno, gremios y docentes deben armonizar sus intereses y responsabilidades para elevar el nivel educativo, deben acordar sobre el nefasto Régimen de Licencias y evitar que los niños más pequeños tengan tres o cuatro maestros por año, existiendo titulares, suplentes y suplentes de suplentes, triplicando la partida presupuestaria de sueldos. También se debe terminar con la adscripción de docentes a otros organismos y el pago de horas cátedras para mejorar los sueldos de personas que ni siquiera son docentes.
En un gesto de amor y solidaridad deben pensar en los alumnos, centro y eje del sistema educativo. Este año se violaron sistemáticamente sus derechos y los derechos otorgados por la Constitución Provincial que garantizan una educación obligatoria, gratuita y laica; que los padres, como primeros educadores, deben exigir al Estado y empoderarse para reclamar y exigir lo que corresponde legalmente.

El Art.18 establece que la educación es un derecho de la persona; los Art. 112 al 116 explican la competencia del Estado en esta materia y el Art. 118 le confiere la gobernabilidad de esa competencia, por eso el Estado debe garantizar el derecho a la educación pública.
La educación debe ser política de Estado y tener continuidad más allá de los períodos gubernamentales, son distinción de signo político partidario, ya que es necesario y la Ley prohíbe el adoctrinamiento en las escuelas como sucede en algunas actualmente. Gobierno, docentes agremiados, personal administrativo y operativo han violado los principios constitucionales, dejando a niños y padres en total desamparo. Los alumnos en silencio o tomando escuelas a nivel secundario intentaron hacerse oír. Hoy soportan a docentes malhumorados, exigidos por un tiempo que no tienen y porque sus conciencias le gritan que es un ciclo escolar perdido.

Ante la educación en llamas y la falta de orientación, insto al Sr. Gobernador de la provincia que el 10 de diciembre no sólo se ponga la banda gubernamental, sino que tome las riendas del Gobierno y ejecute una política educativa acorde a la problemática, declarando la Emergencia Educativa. Eesta es su gran deuda con Chubut.

Dalia Rodríguez de García. DNI 4.867.686