Falleció la otra menor intoxicada con monóxido de carbono en Epuyén

Se trata de una menor de 12 años que había quedado internada en el servicio de Pediatría con graves síntomas.
“Es una tragedia, nadie está preparado para la muerte, mucho menos de niños y adolescentes”, manifestó Laborde, quien reconoció que el deceso provocó un “shock” importante entre el personal de Salud. 
Asimismo, recordó que primero había fallecido una chica de 14 años a pesar de todas las maniobras de reanimación. Mientras que quedó internada en el hospital de Esquel una nena de 12 años en el servicio de Pediatría por un cuadro compatible con intoxicación con monóxido de carbono.  
“Se tomaron muestras también a los familiares para evaluar el grado de intoxicación en la cabaña donde habían estado. Y todos presentaban niveles elevados de carboxihemoglobina. La chica de 12 años permaneció internada, por la tarde requirió la asistencia mecánica respiratoria y se iniciaron los trámites de derivación a un centro de mayor complejidad. Por la mañana, cerca el mediodía tuvo un paro cardíaco, fue reanimada. Se le realizaron estudios, entre ellos un electroencefalograma que mostraba que tenía muerte cerebral. Y al cabo de algunas horas falleció”.
Laborde apuntó que “una de las chiquitas falleció inmediatamente, con valores mucho más altos que la chi-
quita que quedó internada, a raíz de la intoxicación con monóxido de carbono. Los demás integrantes de la familia tenían niveles elevados y debieron ser atendidos en la guardia del hospital”.
En este marco aprovechó para recordar la necesidad de extremar las medidas de prevención. “La combustión de las estufas requiere una buena salida de aire, buena ventilación, porque uno se duerme, no percibe la intoxicación, y lamentablemente puede fallecer dormido. Lo que se siente a veces es dolor de cabeza,  mareo, y depende del tiempo de exposición. Y las empresas de gas siempre recomiendan cierta ventilación para evitar la intoxicación”.