Empatía

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Cuando comenzó esta pandemia del Covid 19, se habló y utilizó mucho el término “empatía” y, obviamente, a medida que fue pasando el tiempo y fuimos comenzando a tomar conciencia y aceptando esta realidad, de a poco fuimos dejando de lado esa palabra. Los aplausos, los bocinazos y el reconocimiento hacia todas las personas esenciales que día a día luchan poniendo en riesgo su propia vida por cuidarnos lentamente se fue olvidando.

Cuando googleo la palabra, Wikipedia me dice: “La empatía es la capacidad de percibir o inferir en los sentimientos, pensamientos y emociones de los demás, basada en el reconocimiento del otro como similar, es decir, como un individuo similar con mente propia. Es por esto que es vital para la vida social. Además, consiste en entender a una persona desde su punto de vista en vez del propio, o en experimentar indirectamente los sentimientos y percepciones del otro”. Entonces, he aquí que preocupa la forma en que reaccionamos ante una situación que no se comparte o está de acuerdo.

Gracias a Dios, generalmente siempre hay más de una opción cuando hay que decidir por algo, es decir, ahí está la oportunidad de elegir y tomar posiciones. Pienso que la empatía debe ir de la mano de la responsabilidad, pero principalmente del respeto: del respeto hacia el otro, hacia los demás que tienen una postura, elección y fundamentos diferentes. Y aquí no es una cuestión de género; simplemente del respeto que cada día, en cada acción debemos poner en práctica y además enseñarlo.

¿Qué importa de qué lado estás? Si estás de acuerdo o no con la cuarentena, si sos pañuelo verde o celeste, si estás a favor o en contra de la minería, si estás de acuerdo o no con el cultivo del cannabisis para uso medicinal, si sos de River o de Boca, peronista o radical, católico o evangelista, etc, etc, etc, es decir todas esas diferencias en pensamientos tranquilamente se pueden expresar y manifestar con una postura y fundamentos respetuosos. Los insultos, el agravio, romper, quemar, lastimar definitivamente te alejan de la empatía. ¿Cómo podemos llegar a un acuerdo social si utilizamos estas herramientas para hacer conocer las posturas?

El respeto se aprende en el hogar, en las instituciones, de los ejemplos y nuestro accionar es una  muestra de cómo somos y de dónde venimos. Pensemos diferente (eso está muy bueno) pero que el respeto sea  siempre la forma de manifestar cada postura. Los chubutenses somos una comunidad que nos merecemos vivir con la tranquilidad de poder decir lo que pensamos sin que el otro se sienta con el derecho de agredir por eso. Los derechos no se defienden o manifiestan con agresión de ningún tipo. Eso si hay que repudiarlo, obviamente con respeto.

Nada, que el respeto y la empatía sean ideales que nos movilicen como sociedad.

Ana Paula Carrasco

 Miss Chubut 2020