Chubut

La COP28 y el alboroto que armó el lobby nuclear 

Este año la Cumbre por el Cambio Climático se llevó a cabo en una ciudad petrolera, Dubai. Si el objetivo es eliminar el consumo de combustibles fósiles es una ironía que se haya elegido un país petrolero y se le haya otorgado la presidencia al Sultan al Yaber, jefe de la empresa petrolera de los Emiratos Árabes Unidos. 

En sus conclusiones previas a la celebración de la COP28, el Consejo de la Unión Europea fue muy claro en su posición: hay que triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética a 2030, mano a mano con la eliminación de los combustibles fósiles.

 

Sin embargo, el lobby nuclear logró la declaración de 22 países que pidieron triplicar la energía nuclear para 2050, entre los cuales hay varios que pertenecen a la UE.  

 

Es evidente que tal pretensión es inviable. Una quimera reemplazar los combustibles fósiles con energía atómica. Por eso el clan petrolero apoyó la declaración, porque la sabe inútil, imposible.

 

Un cambio para invertir más en energía nuclear durante las próximas dos décadas empeora la crisis climática. Se ignoran alternativas más baratas y rápidas en favor de opciones nucleares más caras y de lento despliegue.

 

Que 22 países hayan firmado la declaración puede parecer mucho apoyo, pero 31 países (más Taiwán) producen actualmente energía nuclear y 15 de ellos no firmaron. En la declaración faltan notablemente Rusia y la República Popular China. 

 

Rusia, el principal exportador mundial de centrales nucleares, estaría muy interesado en la propuesta de triplicar la generación nuclear y China que ha construido la mayor cantidad de plantas de energía nuclear que cualquier otro país en las últimas dos décadas, también dada su experiencia. Sin embargo no firmaron. Tal vez será porque son conscientes que es un falso objetivo, una fantasía, un delirio.

 

Otros trece países que tienen programas nucleares también faltan en la declaración:  Armenia, Bielorrusia, Bélgica, Suiza, España, India, Pakistán, Irán, Argentina, Brasil, México y Sudáfrica.

 

Cinco de los países que firmaron la declaración no tienen energía nuclear: Mongolia, Marruecos, Ghana, Moldavia y Polonia, ni podrían tenerla (excepto Polonia), a menos que inviertan miles de millones de dólares en líneas de energía que soporten la provisión de una central nuclear. Polonia las tiene. Ninguno de estos cinco países podrá contribuir significativamente para triplicar la energía nuclear en los próximos años.

 

Los 17 signatarios restantes de la declaración, representan un poco más de la mitad de todos los países con energía nuclear. ¿Cuánto apoyarán realmente para triplicar la energía nuclear para 2050? Requeriría la construcción de centenares de grandes reactores nucleares en el transcurso de 26 años. 

 

Además, en estos 26 próximos años muchos de los actuales reactores no podrán seguir funcionando por obsoletos. Deben ser reemplazados o como mínimo, corregidos para extenderles su vida útil.

 

La inversión necesaria en centrales nucleares es cada vez más alta, los plazos de construcción se alargan indefinidamente y no se compensa con la producción de electricidad, en cambio las energías renovables son cada vez más baratas y rápidas de instalar.

 

También se resolvió triplicar las energías renovables para 2030, difícil, pero posible.

 

En los 20 años que van del 2000 al 2020 la nueva capacidad de energía nuclear alcanzo a 42 GWe. En el mismo período la capacidad eólica añadida llegó a 605 GWe.

 

No parece necesario profundizar más para concluir que es una graciosa fantasía lo que propone la declaración de la Cop28.
 

 

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