Santa Catalina: Jorge Chisco y la historia de amor que le dio nombre al supermercado y al barrio de Trelew

"Santa Catalina se llamó por mi mujer, Cata (Milecevi). Es lo mejor que me pasó en la vida. Era todo. Todo lo que hice fue gracias a ella", comenzó la entrevista Jorge Chisco, el reconocido vecino de Trelew, quien empezó de abajo, construyó junto a su esposa uno de los mayoristas más importantes de la Patagonia, un supermercado, y la debacle en los primeros años de la década de 2000, con el cierre definitivo. 

 

Pero más allá de ese desenlace que fue uno de los momentos más difíciles de su vida, donde perdieron prácticamente todo, pudieron rearmarse y sentir el calor de muchos vecinos que fueron clientes durante muchos años. El mismo Jorge Chisco lo reconoció en la entrevista que se realizó en el programa "Invencibles" en FM EL CHUBUT 90.1 Mhz.

 

Jorge cumplirá 82 años el próximo 7 de marzo. Y recordó que empezó a viajar a Trelew en un camión cuando tenía 14 años, porque había dejado la escuela y tenía que trabajar, sí o sí. Nació en Burzaco, lo recuerda en su cuenta de Facebook, donde nuevamente compartió hace pocos días imágenes con su mujer a 60 años de su casamiento.

 

Jorge habla de Catalina con los ojos bien abiertos, reflejando la admiración que tuvo por ella, y el amor incondicional. Esa historia de amor que nació cuando, siendo muy joven, llegaba en el camión para descargar mercadería en Travesía, que quedaba cerca del negocio de quien, unos años después, fue su suegro. El local estaba en Moreno y Gales (hoy Abraham Mathews).

 

Allí la conoció, estuvieron de novios 3 años y en 1964, se casaron.

 

En aquel momento Trelew era muy chico, pero pujante. Y ese esplendor se potenció con el parque industrial y la actividad textil. Fue en el Pueblo de Luis, donde pudo desarrollar su comercio, porque además, en aquellos años, gente de la cordillera y sur de la provincia, del sur de Río Negro, de Santa Cruz y Tierra del Fuego, venían a esta ciudad a comprar. Había un gran movimiento económico.

 

Y en esos inicios, con un almacén que pudieron abrir con la ayuda de su suegro, comenzó una gran historia en un pueblo donde "la entrada de la ruta 3 (de ripio) era por donde está el barrio Tiro Federal. Estaba el tren, y había gente que vivía en los vagones", recordó. 

 

Chisco hizo un alto en sus declaraciones en el programa de radio para remarcar que "es una picardía" que Trelew esté atravesando la crisis socioeconómica, la inseguridad, la desinversión e insistió: "La gente venía de todos lados a comprar".

 

Pero volviendo al Mayorista y al Supermercado, explicó que "nosotros empezamos a distribuir. Compramos cinco camiones con acoplado para llevar mercadería a Río negro, Santa Cruz, a la cordillera" y, reconoció, "fue un error, era muy costoso mantenerlo".

 

Chisco se instaló frente a la avenida Eva Perón a mediado de los 70. "No había nada, solo una constructora y vivía alguien a 300 metros sobre la Galina", dijo.

 

En aquel momento pudo comprar y con los años se fue expandiendo a tal punto que tenía 5000 m2 cubiertos y "hasta compré el edificio a Rister. Todo fue mucha inversión y los que me tendrían que haber ayudado, no lo hicieron".

 

Y llegó el supermercado, que también se llamó Santa Catalina. Lo abrió casi por decantación, porque, en realidad, los minoristas estaban enojados porque vendía a bulto cerrado. Llegó a tener la representación de Nike, pero como ya estaba en Trelew, lo ubicó en San Antonio Oeste. Allí empezó la debacle, mediados de los 90, los ahogos financieros, los gastos de transporte, y otros temas derivaron en el final para el esfuerzo de muchos años, y lo recuerda con angustia, con arrepentimientos, pero entendiendo que ya pasó.

 

El súper tenía de todo locales comerciales, juegos infantiles, una cafetería, producción de panadería (los domingos se regalaba el pan a los clientes), indumentaria, perfumería. Era muy pintoresco, con muchos servicios dentro, eso que Cata y Jorge vieron en cada viaje que hicieron.

 

"Cuando te caes, si te ven, miran para otro lado. La mayoría fue así", citó, y reconoció que unos años después "el único que me ofreció trabajo fue Gustavo Mac Karthy, y sin ser peronista ni radical, porque nunca me gustó la política". En aquel momento se hizo cargo del Centro de Distribución municipal del barrio San Martín: "Fue lo único político que hice".

 

"Siempre me ofrecieron candidaturas. Hasta Atilio Viglione quería que vaya al club Huracán y luego sea candidato, pero le dije siempre que no, porque no me gusta la política. Recuerdo que estaba José María Sáez, y me tocó viajar con Raúl Alfonsín en el avión de regreso a Buenos Aires luego de participar del aniversario y Expo Siglo en Trelew".

 

"Yo empecé de abajo, de la nada, con mi mujer hicimos algo grande".

La postal del Supermercado, con la rotonda y el ripio característico de aquellos años.

Y siendo Mario Das Neves gobernador y Gustavo Mac Karthy intendente de Trelew, lo invitaron a un acto cerca de donde estuvo su mayorista y supermercado. Se enteró en el mismo lugar, que le iban a colocar el nombre Santa Catalina al barrio delimitado por las calles Eva Perón, Cadfan Hughes, Galina y Cacique Nahuelpán.

 

"Yo me sorprendí. Me lo dijo ahí", y recordó entre risas que "Cata lo vio por televisión en casa".

 

Chisco dijo que le generó mucha alegría que el barrio lleve el nombre del recordado supermercado, y en realidad, es un homenaje para su mujer. "La gente se acuerda. Fui a un súper y la cajera me embolsó las cosas y le dije: Vos hacés lo que se hacía en Santa Catalina y me respondió que sí, que ella iba de chica".

 

Jorge tiene en su mirada y en su voz el recuerdo de su compañera de vida. Y más allá de los sinsabores de la vida, fue un emblema de aquel Trelew pujante, de la química que implica arrancar de abajo y crecer, de saber que te podés volver a caer, pero que el amor trasciende todo, que es más fuerte. Seguramente vivieron momentos fuertes, pero siguieron juntos, se fortalecieron y otra vez esas cosas de la vida hizo que hace 5 años y 6 meses Cata se afirme mucho más en su corazón y la tenga presente a cada instante.

 

Dijo que sale poco, pero cuando sale los vecinos del centro dicen que siempre te saluda con una sonrisa, esa que lo acompañó en gran parte de la entrevista para recordar ese Trelew pequeño, pujante, una historia de amor que dio nombre a un supermercado y que se afianzó tanto en Trelew que hoy es parte de la identidad de un barrio.