Carta del Lector

Antonio Torrejón fue sinónimo de turismo

Conocí a Antonio allá por el 65 y unos años después me invitaría a formar parte de su equipo de trabajo, siendo mi primer tarea coorganizar uno de los Seminarios internacionales de Turismo que por aquel entonces se realizaban en nuestra provincia y luego seguiríamos en un derrotero donde siempre estuvo presente su figura acompañándome en momentos que me tocó ser director de Turismo de la Provincia y también de la municipalidad de Trelew.

Fui convocado por él para acompañarlo en el organismo de Turismo de la Provincia como su segundo en el cargo, y durante todos esos años compartimos innumerables tareas, ya sea desde los corredores turísticos o del Consejo Federal o del Ente Patagónico o del desarrollo de los lagos argentinos-chilenos auspiciados por la OEA o de tantas otras cosas y hasta en la representación de la Sociedad Geográfica o desde la Revista Patagónica. En fin una larga trayectoria de trabajo conjunto al que él le había puesto su impronta.
Una tarde en que él regresaba de su práctica submarina allá en las playas de Puerto Madryn el doctor Nestor «Pichón» Moré, le señalaba al entonces gobernador Roque González: «Allí tiene usted al futuro Director de Turismo», y fue así efectivamente que nació la Dirección de Turismo de la Provincia y él fue su primer titular. Su clara visión de futuro lo llevó a percibir el aprovechamiento de la prodigiosa fauna marina de nuestras costas, protegiéndolas y además dándoles un uso turístico que hoy nos identifica y que ha sido imitada como modelo en diferentes partes del mundo.
Indudablemente muchas fueron las participaciones de Antonio en diferentes ámbitos y muchos los amigos que él conoció, pero seguramente fue y será un referente en todos los lugares donde el clima turístico esté presente. Dice el refrán que cada niño nace con un pan bajo el brazo, en el caso de Antonio lo hizo con una chequera de boletos de viaje, que le permitió durante años desarrollar su fructífera actividad y seguramente hoy está viajando así la eternidad en alguna de las aerolíneas que lo llevó de pasajero. Adiós Antonio, adiós maestro. Te extrañaremos.

 


 

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