Comenzar el día de noche: volvamos a lo natural
Por Christian Devia
Coach Ontológico. Locutor-Periodista.
Lectura corta de domingos de El Chubut.
por REDACCIÓN CHUBUT 18/10/2025 - 22.13.hs
“Volvamos a lo natural” es un eslogan bastante trillado en publicidades que buscan interesarnos por productos que se suponen naturales: aguas saborizadas, mayonesas, cremas para la piel, y lo que pueda darle vuelo tu imaginación.
Sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar qué significa realmente.
Por estos días el Congreso de la Nación argentino debate el cambio del huso horario actual para todo el territorio. La fundamentación de su autor, el diputado mendocino Julio Cobos (el de “Mi voto es no positivo”…) es que se ahorraría consumo eléctrico además de coincidir con la luz natural.
De aprobarse finalmente la ley, Argentina deberá retrasar sus relojes una hora.
Dejando de lado la necesidad de depender menos de la luz artificial y los costos de generarla que esto acarrea, el cambio del huso horario nos acercaría un poco más a la naturaleza.
La cronobiología es la ciencia que estudia el comportamiento humano y los ritmos biológicos en relación a la luz natural. Cuándo el cuerpo está preparado para la ingesta, cuándo para la actividad física más pesada, cuándo para el descanso. Y no sólo en relación a la luz de un día de 24 horas, también respecto a las estaciones, al clima, a la región, etc.
La adaptabilidad de nuestra especie al entorno y a las exigencias de la vida moderna, hizo y hace que nuestros ritmos biológicos estén alterados.
Le hemos puesto tanta “cultura” entre medio de nosotros y la naturaleza, que es necesario recordarlo. Por cultura me refiero a todas las construcciones creadas por el hombre para adaptarse a su entorno, para “vencer a la naturaleza”, o al menos apropiarse de ella.
Extendimos la noche mucho más allá que la caída del sol, por la invención de la iluminación artificial, pero también por el entretenimiento ante la necesidad de cubrir esas horas despiertos. Y la modernidad nos trajo la televisión, y ahora las pantallas móviles, cuyo reflejo nos proporciona una gran dosis de luz azul, lo que confunde a nuestro cerebro, (por eso tienen el “Filtro de Noche” o “Filtro de Luz Azul”…).
Todas las variables de la realidad absorbidas por los sentidos, le indican que ya es de noche, por la luna, los sonidos, el clima, etc, pero a través de la vista “le decimos” que es de día (luz azul = luz natural, interpreta el cerebro).
Pensate por un instante y pensá en los menores que tenés a tu cargo. Los incentivamos a acostarse temprano y ya en la noche, durante el reinado de la Luna, porque al otro día deben levantarse para ir a la escuela, y los despertamos para ir a la escuela cuando la luna aún está en alto, más en los meses fríos.
La consecuencia directa es que van semi dormidos, les cuesta comenzar el día, y los docentes deben hacer lo imposible para lograr su atención. Sumale que quizás alguno trasnochó por las pantallas o por alguna actividad inusual, y terminó acompañando a la Luna en su derrotero nocturno.
Y con los adultos pasa lo mismo: extendemos la noche con alguna serie o película de moda, alguna actividad deportiva inconveniente para ese momento del día, e incluso cenas abundantes cual libaciones a los dioses del Olimpo de los poemas homéricos.
Quizás el cambio del huso horario nos convenga para acercarnos más a la naturaleza, aunque nada cambiará si mantenemos las mismas costumbres. Una cosa es que nos den herramientas, otra que nos enseñen a usarlas, y otra muy distinta es usarlas.
Comenzar el día de noche es ir contra nuestra propia naturaleza.
La pregunta es: ¿vamos a seguir engañando a nuestro cuerpo y a nuestra mente, o vamos a elegir volver a escuchar los ritmos que nos sostienen desde siempre? Porque el verdadero cambio no está en mover la aguja del reloj. Está en mover la nuestra. Y esa decisión depende solo de vos. Dependerá de nosotros.
Buen domingo y mejor comienzo de semana.
Últimas noticias
Más Noticias