Del potrero de Trelew a la Primera Nacional

El último domingo fue un día inolvidable para Thiago Nicolás. Con apenas 18 años, el juvenil formado en Huracán de Trelew hizo su estreno en la Primera Nacional vistiendo la camiseta de Deportivo Madryn. Ingresó a los 40 minutos del segundo tiempo en lugar de Nazareno Solís, en el Abel Sastre, y en cuestión de segundos dejó en claro que estaba preparado para ese momento: entró con confianza, con carácter y con la tranquilidad de saber lo que puede dar dentro del campo de juego.

Thiago había estado en el banco en cuatro ocasiones (frente a Racing de Córdoba, Atlanta, Ferro y Güemes), pero la oportunidad real le llegó ante Gimnasia y Tiro de Salta. El marco no pudo ser mejor: de local, con su familia en la tribuna y con la número 17 pegada a la espalda. Sus padres y hermanos vivieron el debut con la emoción a flor de piel, entendiendo que se trataba de un paso enorme para un chico que empezó a darle a la pelota desde los tres años.

“Sabía que me iba a tocar en algún momento, lo sentía. Fue muy lindo que haya sido en casa y cuando escuché que la hinchada gritaba mi nombre, me llegó mucho”, reconoció después del partido, todavía con la timidez lógica de sus primeros pasos en el fútbol grande.

Su puesto natural es el de enganche, aunque el técnico, Leandro Gracián, lo viene probando en distintas posiciones del mediocampo. Él no se queja: “Juego donde me digan. Me gusta escuchar los consejos de los más grandes, como Federico Recalde, que siempre tiene algo para decirme y me sirve mucho”.

Antes de entrar, Gracián le transmitió un mensaje corto pero contundente: “Entrá, disfrutá y metele como en los entrenamientos”. Eso bastó para apaciguar los nervios y transformarlos en energía positiva.

Thiago es el tercero de seis hermanos y lleva con orgullo el ejemplo familiar: Zaira, su hermana, también juega de enganche, mientras que el más chico se defiende como marcador central. Afuera de la cancha se muestra tímido, pero en el verde césped empieza a desplegar la personalidad de alguien que sueña en grande: “Quiero ascender a Primera y jugar en el Monumental, porque soy fanático de River”, confesó.

El debut fue apenas el primer capítulo de una historia que recién comienza. Thiago Nicolás, una promesa del fútbol local que ya dio su primer paso en el profesionalismo, empieza a escribir su propia historia con la aurinegra pegada en la piel.