Regionales

Los vaivenes del poder

 Uno de los problemas más grandes que tienen muchos países es el pendular esquema de ordenamiento dentro de las políticas internacionales que en su transitar perjudican varios factores ante las sociedades, ya sea en el orden interno como el externo. Es así que en muchos casos las ideologías y los alineamientos van y vienen, según los gobernantes de turno y su mirar en lo íntimo de sus sentimientos, aunque a veces esto varía también de acuerdo a las conveniencias del momento. Y generalmente los habitantes son convidados de piedra en el momento de tomar esas decisiones.

Hemos visto a través de la historia y en nuestro caso como la Argentina y dentro de ella también agrupaciones que, de acuerdo a como alumbra el Sol, varían sus conveniencias, y así aparecen diferentes formas de pensar y actuar, donde pareciera que la coherencia se perdió en el camino.
 En algún momento el mundo se dividió en dos grandes corrientes de pensamiento, de tal manera que tratando de imponerse el uno al otro casi terminan con la humanidad. Justamente la intolerancia del pensamiento han hecho que lo que ayer era verdad hoy no lo sea tanto y en ese vaivén más de una vez se perdió o se pierde, en contra de las poblaciones, de los participantes o de las agrupaciones y todo eso porque el capricho generalmente de los dirigentes que piensan más para sí que para el resto de los gobernados, los llevan a medidas extremas que perjudican, sin que se pueda participar en la formación de esas decisiones.
 Y esto no es ninguna novedad ya que a través de los tiempos y aún hoy tenemos innumerables ejemplos para señalar. Indudablemente desde apuntalar caciques hasta elegir gobernantes la historia nos muestra todas las vivencias de modelos y ejemplos que podemos elegir a gusto. Desde mirar a la derecha hasta girar a la izquierda o defender las Malvinas y dar una base en Neuquén. En este ir y devenir quedan generalmente en el camino las tradiciones, las referencias históricas y la retórica que por años se tuvieron por ciertas, ya que justamente era la historia de las organizaciones las que daban razón de ser.
 Hoy padecemos un importante problema mundial como es la pandemia, que va dejando en el camino uno de los temas más transcendentales de todos los tiempos: la educación, con resultado en el tiempo de tener cada vez menos pensantes, y ni hablar de participar de un ordenamiento donde las ideas sean tan claras como el agua. Entonces los vaivenes de la política será para aquellos «vivos» que sepan aprovechar la oportunidad. El resto como siempre serán sus esclavos.
 

 

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