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La energía nuclear afecta al ambiente 16.ª parte   

La afectación del ambiente por la energía nuclear se produce tanto en los usos bélico y pacífico como en los accidentes. En las últimas notas vimos la polución que produjeron varios accidentes. Continuamos con dos accidentes: Windscale, Reino Unido y Sl-1 en EEUU.

Terminada la II Guerra Mundial numerosas centrales secretas se levantaron en el mundo con fines militares, entre ellas Windscale-Sellafield, dedicada a producir plutonio, en Cumbria, al noroeste de Gran Bretaña.

 

El 10 de octubre de 1957, esta central sufrió un grave accidente ocultado durante años. Alcanzó un nivel 5 en la escala INES. Se trata del peor registrado en Reino Unido.

 

Un incendio en uno de los reactores gemelos de la planta fue el origen del siniestro. El resultado: una fuga radiactiva de más de 300 kilómetros.

 

El fuego estuvo activo durante 16 horas, tras las que fue sofocado al inundarse el reactor. La nube creada tras el escape contaminó centenares de kilómetros cuadrados y se extendió por toda Europa, llegando a Suiza.

 

La radiación tuvo especial incidencia en los lácteos de la zona. Se llegaron a desechar miles de litros de leche contaminada y otros productos de granjas cercanas. No obstante, las autoridades intentaron camuflarlo con distintas estrategias, incluidas las legales: durante 45 días se prohibió la venta de leche en un área de 500 km2.  Sin dar razones y sin que el accidente saliera a la luz.

 

Finalmente, la zona fue descontaminada y el reactor destruido —enterrado en hormigón—. La que no desapareció fue la central, que continúa activa bajo el nombre de Sellafield. (Fuente María Jesús Hernández)

 

Cincuenta años después del grave accidente un nuevo estudio reveló que las consecuencias de la radiación fueron subestimadas en su momento, se liberó el doble de material radiactivo de lo estimado, según informaron medios locales.

 

El reactor se usaba para la producción de plutonio destinado a la fabricación de armas nucleares. En el discurso de inauguración la reina mintió que la finalidad del reactor era producir electricidad.

 

Ese accidente fue el peor en esta instalación, pero no el último. Hoy existen en Sellafield dos procesadoras de desechos nucleares de reactores británicos y extranjeros. A pesar de métodos mejorados, una y otra vez grandes cantidades de material contaminado llegaron al mar.

 

En mayo de 2005, según medios británicos, en la planta procesadora de Sellafield hubo una fuga de ácido nítrico, material que contenía uranio y plutonio.

 

Otro antiguo accidente

 

El SL-1, o Stationary Low-Power Reactor Number One («reactor estacionario de baja potencia número uno»), fue un reactor de energía nuclear militar experimental, destruido en el primer accidente de una planta nuclear en los Estados Unidos

 

El 21 de diciembre de 1960, se apagó el reactor para proceder a realizar tareas de mantenimiento.

 

A las 9:01 p. m. del 3 de enero de 1961, tras un cierre de 11 días por vacaciones, y durante las acciones de mantenimiento, el SL-1 entró en crisis inmediata. Como resultado, la gran cantidad de calor generada en tan solo 4 milisegundos provocó la súbita evaporación de parte del agua del núcleo del reactor.

 

El vapor de agua generado provocó una onda de presión que golpeó la parte superior del casco del reactor. Esto empujó la barra de control y todo el casco del reactor hacia arriba, matando al operario que se encontraba encima del casco, dejándolo estampado en el techo.

 

Otros dos empleados militares, un supervisor y uno en formación, también resultaron muertos. Las víctimas fueron los especialistas del ejército John Byrnes, Richard McKinley y el jefe electricista de la marina Mate Richard Legg.

 

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