Comerciante estalló de furia y realizó un fuerte descargo contra el Municipio por la inseguridad y el trabajo informal

Edgar Antonio Ramírez, propietario de Santa Paula, compartió un crudo relato del hecho de inseguridad que sufrió esta madrugada de jueves, cuando dos jóvenes rompieron con piedras la puerta de vidrio de uno de sus comercios, para llevarse una bicicleta que iba a ser rifada hoy.

"Tuve la suerte de entregar una ayer (una bicicleta), sino se me llevaban las dos", remarcó el comerciante local. "Esta noche la moto la meteré en un depósito de harina y cuando la entregue la entregaré blanca de harina", contó entre una mezcla de risa y bronca.

El lugar cuenta con cámaras de seguridad y todo quedó captado en video, sin embargo, Ramírez quiso mencionar: "Entraron y se fueron directamente a donde estaba escondida la bicicleta, revise todas las cámaras y nadie se asomó ni miró si se veía". Esto le hace pensar que "es gente que van a comprar a la panadería y son chorros".

"Ya no hay horarios ni día, no les importa si hay cámaras o no. Llega un momento que te das cuenta que no sos dueño de nada".

DESCARGO CONTRA EL MUNICIPIO

En la actualidad, Edgar Antonio Ramírez detalló que le da trabajo a 12 familias, pero ha llegado a tener hasta 25 empleados en sus mejores épocas. Hoy "me voy achicando porque no quiero saber más nada" con la presión tributaria e impuestos del sector comercial.

"Hoy el que pone un comercio yo lo aplaudo, no sabe en la que se está metiendo. Hay que tener una espalda...", valoró el comerciante instalado en el rubro hace varios años en Trelew.

Lo que le preocupa es el avance del trabajo informal en la ciudad, que presenta una especie de competencia desleal frente "a los que estamos en blanco", ya que "no tenemos vuelta atrás, estoy re podrido sinceramente", vociferó y apuntó contra el comercio informal, en diálogo este mediodía con FM EL CHUBUT.

"Si la ley es pareja, que sea pareja para todos. Hay mucha competencia en negro".

Sobre el trabajo en negro, asegura que es una cuestión de "subsistencia" y que "la gente no se va a llenar de plata" por evadir la informalidad en la actividad comercial. Pero, insistió que "jode" a los comercios que están habilitados y pagan los impuestos. Denunció además que "hay panaderías de barrio que pagan los residencial y no comercial".

Al respecto de las fuentes de empleo, mencionó que "hoy tenés mil cláusulas para abrir un negocio, pones un cartel afuera y te quieren cobrar un impuesto, pones música y viene SADAIC. ¡Paren un poco viejo, aflojenlá!, enfatizó disgustado el dueño de la panaderia.

Denunció que "hay panaderías de barrio que pagan los residencial y no comercial".

Para dar un ejemplo, "mi panadería tiene 400 metros cuadrados y no puedo hacer sandwiches para el tachero, el colectivo que para un segundo compra un café y sigue". "Yo tengo que poner hasta el porcentaje del gluten que llevan los productos y otros no saben ni donde fabrican las cosas que venden", reclamó.

"Un amigo se fue a Dolavon, alquiló un local y le ofrecieron un año sin pagar ingresos brutos porque quieren que vayas, pongas tu negocio, reflotes y cuando estés acomodado empieces a dar laburo, le exigen nada más que un empleado".

Ramírez se siente desamparado frente a esta situación de vulnerabilidad económica por los altos costos e impuestos excesivos. En su momento, explicó el accionar de la Cámara de Industria y Comercio del Este del Chubut (CICECH). Les había planteado que no quería ser más socio: "Ustedes no nos defienden", les dijo.

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