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“A 40 años esta es una herida que  sigue abierta y todavía no sanó”

El veterano de Malvinas Higinio Rocco compartió su testimonio a EL CHUBUT, y con sentidas palabras llamó a la comunidad a la reflexión con respecto a la situación actual de muchos veteranos en el país.

por REDACCIÓN CHUBUT 02/04/2022 - 14.33.hs

“Esta herida es el principio y el motivo de todo lo que nos pasó en estos 40 años”, dijo el excombatiente, que hizo hincapié en la necesidad del rol activo del Estado para preservar el cuidado de los veteranos y familiares de éstos. “Muchas familias de nuestros compañeros no cobran ni una pensión. Estas familias siguen padeciendo. En estos 40 años me hubiese gustado que el Estado se hiciera cargo”, declaró.
A 40 años de la Guerra de Malvinas, muchos excombatientes conviven con secuelas postraumáticas crónicas y, si bien la gran mayoría de ellos pudo rearmar su vida sorteando las diferentes dificultades, la llegada a la edad adulta genera replanteos internos en los que la situación vivida tiene un gran peso en su cotidianeidad. Aproximadamente 500 sobrevivientes de la guerra se suicidaron luego del conflicto, según la Federación de Veteranos de Guerra de la República Argentina. En esta oportunidad, Higinio Rocco recibió a EL CHUBUT, y comentó con sentidas palabras su paso por la guerra de Malvinas, destacando que no supo adónde iba hasta que llegó a las islas. También habló de su regreso a la ciudad de Puerto Madryn, el emocionante reencuentro con su familia, y confesó que no volvería a Malvinas por el momento.  

 

“RECIEN CUANDO LLEGAMOS A MALVINAS NOS DIJERON A QUE IBAMOS”
A Higinio Rocco lo incorporaron a las fuerzas armadas el 1 de febrero de 1982. “Algunos chicos fueron a distintos puntos del país, a mí me tocó en el Regimiento de Infantería 8, en Comodoro Rivadavia. Ahí tuvimos solo 30 días de instrucción”, dijo. Según comentó el excombatiente, en la instrucción se competía con las demás compañías, y a raíz de esto se destacaban soldados que eran premiados con días de vacaciones para ver a sus familiares. Así Higinio fue premiado y llegó a Puerto Madryn el 28 o 29 de marzo. “No llegué a estar ni una semana y me mandaron un radiograma, tenía que presentarme en el regimiento. Llegué ahí entre las 1:30 y 2 de la mañana del 2 de abril”, expresó.
Al llegar al regimiento, comentó que lo vio irreconocible. “Había regimientos de todas partes, de Río Gallegos, Sarmiento, Río Mayo. Todos estaban equipados y vestidos. Yo no entendía nada. Me dirigí a quien era mi jefe en ese momento, y me pidieron como soldado. Ahí pasé por la sala de armas donde me equiparon con casco y antiparras”.
Entre los jóvenes que fueron reclutados, se corría una versión que iban a estar presentes en una instrucción en la región sur, entre todos los regimientos. “Era infernal el movimiento que había en el aeropuerto. Ruido de aviones, turbinas, muchos gritos”, comentó. Higinio voló a Malvinas el 4 de abril en un avión de línea de pasajeros, y llegó a las 11 y media de la noche, luego durmió en los galpones cerca del puerto. “Al otro día nos levantamos, vimos que había tropas por todos lados y nos dijeron a qué íbamos. Desde ahí ya no pertenecías solo a tu regimiento, si bien cada general tenía su zona no importaba de dónde eras”, destacó. Desde ahí, se instalaron en Bahía Fox los 73 días hasta la rendición.

 

EL REGRESO
Higinio fue consultado acerca de su regreso a la ciudad de Puerto Madryn luego de la rendición, emocionándose hasta las lágrimas al recordar dicho momento que forma parte de la memoria de toda la comunidad. El ex combatiente llegó en el barco Nortland, “nuestra llegada fue más privada que el Canberra. Los colectivos nos estaban esperando en el muelle y después estaban los camiones. Estaba todo muy bien camuflado, no nos dejaban correr las cortinas”, dijo. A su vez, comentó que luego los llevaron por un camino paralelo a Aluar y los transportaron directamente a la Base Almirante Zar de la ciudad vecina de Trelew.
Higinio se reencontró luego de un mes con su familia. “Cuando llegué a Madryn no los vi directamente. Solo vi a un exprefecto que prácticamente me crió, él nos recibió a mí y a su hijo. Con el chico nos reencontramos en Malvinas, donde éramos compañeros de trinchera y no nos habíamos dado cuenta”, explicó. Su exprefecto, fue quien le llevó la noticia a su familia que el excombatiente había llegado.

 

LA IMPORTANCIA DEL ROL ACTIVO DEL ESTADO
Al ser consultado si volvería a Malvinas, el excombatiente confesó que, por el momento no se encuentra preparado. “Me han donado pasajes, pero todavía no iría. Siento odio, bronca e impotencia. Todavía es algo que no está sano, hoy a 40 años es una herida que sigue abierta. Es el principio y el motivo de todo lo que nos pasó en estos 40 años. El rechazo de la gente, el olvido del Estado, haberte cagado la juventud”, declaró.
Luego, en su relato Higinio reflexionó: “La bandera que yo fui a defender es la del Estado. Entonces me hubiese gustado que en estos 40 años el Estado se hiciera cargo. Estoy un poco cansado como argentino, como veterano, de escuchar siempre que se echan las culpas unos con otros”, destacó. El mismo hizo un llamado a la reflexión en cuanto a la cantidad de muertos posguerra, destacando la necesidad del reconocimiento y resarcimiento económico. “Muchas familias de nuestros compañeros que ya no están no cobran ni una pensión. Las familias y los veteranos siguen padeciendo, el Estado te lleva a sentir esta herida, este odio, rechazo e impotencia”, finalizó con sentidas palabras el excombatiente.

 

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