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Regresaron a Malvinas y buscando su pozo encontraron una bolsa con un ejemplar de diario EL CHUBUT

Dos excombatientes madrynenses, Julio Calvo y Elido “El Chino” Videla,  tuvieron la oportunidad de regresar a Malvinas el 10 de abril de 2018 gracias a que Julieta, hija de Julio, les regaló el pasaje.

por REDACCIÓN CHUBUT 02/04/2022 - 15.11.hs


Juntos recorrieron los lugares donde estuvieron durante el conflicto y, a varios metros del pozo que buscaban, encontraron un ejemplar de Diario EL CHUBUT del 12 de mayo de 1982.
Julio Calvo y su hija Julieta contaron cómo fue esta experiencia que, para ellos, trajo muchos recuerdos y emociones. En un momento de su relato, Julio recordó que a 200 metros del pozo en el que habían estado -donde se encontraba otra compañía-, el Chino encontró una bolsa llena de diarios y entre ellos había un ejemplar de EL CHUBUT.

 


“A mí me lo mostró cuando llegamos al hotel, los trajimos y después los mostramos acá. Nosotros recibíamos los diarios que nos venían muy bien para hacer fuego y esas cosas”, recordó Calvo.
En su momento, Videla dijo que encontró un diario del ‘82 con títulos de la guerra del miércoles 12 de mayo, “no lo dejé ahí, me lo traje y me lo pidieron del diario. Solamente les di la tapa porque querían ponerla en el museo, el resto del ejemplar me lo quedé yo como recuerdo”.

 

EL VIAJE
Julieta contó cómo surgió regalarle el pasaje a su papá, “cuando termina la vigilia en 2018 me junto con mis amigos de la infancia a comer y, en ese momento, se me cruza esto porque generalmente los días antes del 2 abril me impactan bastante, entonces esa noche se me cruza de regalarle el viaje a Malvinas”.

 


Asimismo, Julieta añadió que llamó a su tarjeta de crédito para consultar si le daban los montos para sacar el pasaje, entonces le escribe a su marido para saber si la acompañaba o no y éste le dijo que sí. “En ese momento le mandé un mensaje a la chica encargada de ceremonial para avisarle que le quería dar el regalo en el acto. No hice tiempo ni siquiera a imprimir el pasaje porque me levanté temprano y fuimos al acto. Armé un sobre que estaba vacío de manera simbólica y nos pasó que cuando en el acto lo anuncian, le dan el sobre, lo abrazo y le digo entre risas ‘no lo abras porque no hay nada’”.
En ese sentido, Julieta agregó que ellos se iban el 10 de abril y se quedó tranquila porque ella, su marido y su papá tenían el pasaporte, pero tuvieron que organizar la estadía, el valor de la moneda y un guía que los ayude con el idioma, entre otras cosas.
“Ahí es cuando papá me dice ‘al Chino lo tengo que invitar, no puede faltar porque estuvo conmigo durante toda la guerra’. Entonces hubo que hacerle el pasaporte expres, entre las hijas y yo lo ayudamos, y en tres días le llegó. Hubo mucha gente de Madryn que cuando surgió esta noticia, sabiendo que el Chino estaba más complicado económicamente, juntó plata para hacer ese viaje y en 10 días nos encontramos yendo a Malvinas”, contó Julieta.

 

“HABIA QUE IR A CERRAR CIERTAS HERIDAS”
Por su parte, Julio Calvo dijo que uno no sabe a dónde va, lo único que se sabe es que se va a un lugar que “no es tuyo, es completamente inglés”.
“Llegamos allá casi de madrugada ya el clima te trae recuerdos, sensación de mucho frio, mucha neblina, el rocío, la humedad, el viento helado y ya ahí es como volver al ‘82. Mi idea era no pisar nunca con un pasaporte porque entramos como turistas, pero en realidad creo que esto no se va solucionar nunca y había que ir para cerrar ciertas heridas”, destacó Calvo y agregó que con el Chino siempre decían que tenían  que volver al pozo porque fue su casa, “fue muy especial para nosotros”.
Al llegar, Calvo sostuvo que la misión fue recordar e incluso ir a buscar el pozo y recordó que en Malvinas hay un paseo bélico que está tal cual, con el campo de batalla, con campos minados que no lo pueden desactivar.
“Sí cambió la imagen del paisaje porque antes era todo arena y ahora es todo roca, se ve que el tiempo se llevó la arena. Los primeros tres días hicimos excursiones, fuimos al cementerio de Darwin porque teníamos la misión de dejar un rosario y decir unas palabras para las mamás de los veteranos de Chubut”, manifestó Calvo.
Por otro lado, el excombatiente agregó que en un momento, su guía Julio, que era chileno, les dijo que no sacaran banderas de colores que tenían que ver con la Argentina y “nosotros habíamos llevado una de dos metros por 80 centímetros, dijimos vamos a sacarla igual y nos sacamos fotos en la cruz grande. Hicimos todo en media hora y pasó un pibe en cuatri como mirando a ver qué hacíamos, todo el tiempo te vigilan”.

 

“TUVIMOS DOS VUELOS RASANTES”
“El ultimo día le dijimos a Julio que lo queríamos para nosotros, llevamos frasquitos para traer tierra del pozo que nos costó mucho sacarlo del aeropuerto. Entonces cerca de las ocho de la mañana arrancamos para el aeropuerto, nos dejó y se fue. La gringa con el Chino andaban por un lado y yo usaba de referencia la cabecera de la pista, el faro y enfrente una isla. Yo andaba con mi yerno y Hernán dice ‘hay un ojal, empezó a tirar y resulta que era un poncho impermeable y ahí encontramos el pozo”.
En ese sentido, Calvo añadió que en el pozo había cosas de la bolsa de rancho ya que habían alivianado peso, dejaron una ametralladora, unos proyectiles y muchas cosas personales que tenían ahí y la idea era encontrar eso, “habíamos hecho un piso con unas planchas de  telgopor que encontramos junto al poncho y la turba también enraizada que la usábamos para hacer fuego. Hicimos un cráter enorme porque queríamos encontrar algo más”.
El excombatiente contó en un momento pararon a tomar mate y comer donde estaba el pozo y comenzaron a pasar los Kelpers en Land Rovers filmando, sacando fotos y mirando, “tuvimos dos vuelos rasantes de vuelos de combate y después salió el avión que estaba ahí que ellos usan para cruzarse a la gran Malvinas”.

 

“CERRAMOS UNA HISTORIA”
Por último, Calvo aseguró que para ellos fue algo maravilloso, “nosotros cerramos una historia que era el pozo, después, lo de mas es conmovedor, pero el lugar donde estuvimos y el cementerio fueron los lugares más emocionantes. Fue como curar y a partir de ahí como que abandoné todo y hoy me estoy dedicando a hacer otras cosas. No volvería de nuevo a las islas, ya cerré una historia”.

 

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