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Héctor Santos Almendra: el fotógrafo de diario EL CHUBUT que cubrió la Guerra de Malvinas

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por REDACCIÓN CHUBUT 02/04/2022 - 14.51.hs

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El único medio chubutense que estuvo en las Islas Malvinas en abril de 1982 fue diario EL CHUBUT.  Esto fue posible gracias a la picardía, el olfato, la inteligencia deslumbrante del periodista Oscar “Cachín” Romero, quien logró, junto a otro periodista también fallecido, Pablo Dratman; y al fotógrafo, Héctor Santos Almendra, subir a uno de los aviones que partía a Puerto Argentino desde Comodoro Rivadavia el día 3 de abril de 1982, con otros 60 periodistas, fotógrafos y camarógrafos de Buenos Aires que querían que ellos se bajaran “por ser de un medio del interior”.
“Cachín” manejaba el idioma inglés. “El era el que avanzaba, se metía, hablaba y preguntaba”, dijo Almendra, al recordar su trabajo como corresponsal de guerra en Malvinas. Y evocar a esos dos periodistas, plumas brillantes, esos de las máquinas de escribir con teclas chillonas, de esos que ya van quedando pocos: Romero, el que escribía las noticias con poesía y Dratman que escribía las crudas realidades con una sonrisa constante.
Almendra recordó cómo llegaron a Malvinas: “Habíamos viajado a Comodoro Rivadavia a cubrir una reunión de la Multisectorial que se hacía en esa ciudad”.
“Viajamos en un auto con uno de los asistentes a esa reunión. Por entonces, nos mandaban a cubrir en auto o en micro; pero esa vez fuimos con uno de los participantes de esta reunión. Nos mandó don José María Sáez a cubrirla”, agregó.
Estuvieron en Comodoro Rivadavia cubriendo esa reunión, cuando se enteran “que van a tomar Malvinas”. 
“Nosotros viajamos a Comodoro, a cubrir la reunión, el día 1 de abril. El 2 de abril empezó el movimiento y estaban llegando los aviones”, relató Almendra.

 

“QUERIAN QUE NOS BAJEMOS”
Almendra tenía por entonces 27 años. Eran tiempos de la cámara Penta y se rebelaba en blanco y negro. Para Malvinas tenía 6 rollos de 36 fotos. “No podía gatillar como se hace ahora”.
Como suele ocurrir a los fotógrafos, solo hay una sola foto suya en Malvinas: una imagen donde posan los tres en la puerta de la iglesia de Malvinas.  
Cuando suben al avión en Comodoro el día 2 de abril, “Cachín, que era el más pillo y experimentado, nos dijo que nos agarremos de los asientos para no bajarnos, porque llegaron los periodistas de Buenos Aires y nos preguntaban “¿De dónde son ustedes?”, cuando decíamos que éramos de Chubut nos decían “ah, pero quédense, vamos nosotros”. Y Cachín Romero nos dijo que no nos bajemos del avión.
“Así que viajamos unos 60 periodistas a Malvinas, aterrizamos en Puerto Argentino”, recordó. A Malvinas llegaron el día 3 de abril.
Si bien Almendra no puede recordar la anécdota, se supo en diario EL CHUBUT que Cachín Romero salía con un bolsito y se cruzó con un periodista de otro medio gráfico de la zona que le preguntó “¿a dónde vas?”. Y Cachín le respondió: “mi mujer me echó de la casa”. Porque Cachín no quería decir que viajaba a Malvinas.
Almendra insiste en que ellos viajaron a cubrir una reunión multisectorial a Comodoro Rivadavia y de repente viajaron a Malvinas, a cubrir la guerra.
“Nosotros llevamos una muda de ropa, porque era ir y volver de Comodoro. La idea era ir el viernes y estar el sábado en Trelew, para entregar el material. Nunca entregamos el material de la reunión de la multisectorial”, dijo.

 

“CACHIN, ¿QUE HACES POR ACA?”
Cuando llegaron a Malvinas, “inicialmente nos dijeron que teníamos que quedarnos media hora”, recordó Almendra, pero “Cachín que era muy pillo, nos dijo “nosotros vamos a quedarnos”. Y fue así que apareció el comandante del 5to Cuerpo del Ejército, general José Osvaldo García, quien “lo vio a Cachín, lo saludó y le dijo “eh Cachín, ¿Qué hacés por acá” y le estrechó la mano.
“Preguntó si teníamos lugar donde dormir, y nos dejó quedarnos en un galpón”, dijo Almendra, indicando que se quedaron por dos días en ese lugar. Mucho más de la media hora establecida.

 

NOS QUERIAN ATROPELLAR
“Ni Pablo, ni yo, hablábamos en inglés. Cachín sí. Y lo primero que nos enteramos es que los kelpers no nos querían, que estaban esperando que lleguen los ingleses, no nosotros”.
Sobre los kelpers recuerda poco: “Salimos a caminar y vimos tambores llenos de bebidas, tomaban mucho de noche y andaban en moto. Nos querían atropellar con la moto”.
Para los periodistas “todo era una novedad”.
Recordó también que se trasladaron en un Falcon Verde, con el coronel García y que una de las fotos que hizo “fue en la casa del gobernador inglés. Y cuando estábamos ahí vinieron unos soldados y nos sacaron corriendo, nos dijeron que quizás había minas con explosivos y que era un peligro, así que salimos”.
También “nos habían dicho que podíamos quedarnos en un hotel, pero cuando fuimos un encargado nos echó a todos porque decía que los argentinos robábamos”.

 

DEL AVION EN MOVIMiENTO
La imagen de Malvinas “me recordaba Gaiman, es parecido”. Y “también hablamos con unos pibes de 18 años, unos soldados muy jovencitos, que nos dijeron que los hacían largar del avión en movimiento.
“Les decían ‘lárguense’ y ellos se largaban, daban una vuelta carnero, y se levantaban y caminaban; pero contaban que cuando se largaban sus jefes algunos se desarmaban… y ellos lo contaban entre risas”.
Recordó que esos días que estuvieron en Malvinas “anduvimos mucho, llovía mucho; era un pueblo chiquito, como Gaiman, pero con mar, así era Malvinas”.
Recordó “los volantes de los autos del lado derecho. Nosotros estuvimos mucho tiempo con el coronel García, que nos transportaba en un Falcon verde, manejando por señas”.
También recordó que estuvieron en un supermercado, en un hotel del que no recuerdo el nombre y en la iglesia. Había argentinos en el templo: “Nos contaron que había pocos argentinos, que se sorprendieron porque adentro de los bancos de la iglesia estaban las biblias abiertas, y que cuando llegaron más argentinos desaparecieron las biblias”. “También nos contaron que los kelpers se emborrachaban de noche y querían atropellarlos con las motos. A nosotros también nos quisieron atropellar”, dijo.

 

VOLVER
“El único medio del interior que viajó a Malvinas fue diario EL CHUBUT”, dijo Almendra, sobre este viaje casual a Malvinas.
A él le gustaría volver a Malvinas. Llegaron el 5 de abril a Comodoro, de ahí en taxi hasta mitad de camino y de ahí en otro taxi a Trelew. A escribir y revelar las fotos.
Almendra luego recorrió el interior con la revista “Nuestra voz”, y en sus recorridos por las escuelas de los pueblos siempre contó sobre la gesta de Malvinas.
“Recuerdo que en el diario nos estaban esperando para poder escribir y revelar. Para mí era toda una novedad, nunca pensé que iba a estar en una guerra”.
Almendra tramitó poder cobrar una pensión por haber estado en Malvinas cubriendo y trabajando. En ese momento, lo tomó como algo propio del trabajo y con los bríos de la juventud.
Pero el paso del tiempo lo obligó a repensar sobre el olvido en el que quedaron quienes no lucharon, pero sí tuvieron que ir a una guerra, en este caso, por razones de trabajo.
“Nunca me preocupé, pero probablemente debería insistir, me lo dijo el veterano Jara, que tengo que cobrar una pensión, porque hay una legislación que así lo establece”. 

 

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