LA MINERIA DEL ORO

Pero el objetivo final de ese acuerdo es volver al sistema monetario internacional llamado «patrón oro», en una versión mejorada respecto a la que imperó con algunas variantes hasta 1971. Simplemente como una ayuda para entender de que se trata, en ese sistema el oro que un país tenía en su banco central era el respaldo de su moneda. Por ese motivo, ambos países están acumulando enormes reservas de oro como respaldo de esta nueva divisa y de las respectivas divisas nacionales.
En ese escenario y teniendo presentes las grandes crisis económicas mundiales a las que llevó el abuso y mal uso que E.E.U.U y sus aliados hicieron del dólar, debemos tomar conciencia del valor estratégico del oro para la soberanía de nuestro país, en el sentido más amplio de ese término. Resulta preocupante que, mientras las nuevas potencias económicas mundiales acumulan oro en pos de reinstalar a nivel mundial el patrón oro mejorado, en nuestro país algunos individuos de buena voluntad y muchos otros corruptos y entregadores de la patria, incluyendo a algunos gestores de los estados, promuevan la enajenación de este estratégico recurso a favor del capital transnacional o de los países dominantes.
Respecto a la preocupación por la generación de puestos de trabajo, me pregunto lo siguiente: Si las empresas mineras tienen disponibles para su actividad millones de metros cúbicos de agua del subsuelo, por que no utilizamos ese agua para el desarrollo de otras actividades productivas, incluyendo algunas que se abandonaron por las malas condiciones económicas del momento. Seguramente nuestros productores, chicos, medianos o grandes, no disponen de la tecnología necesaria, pero el Estado puede ayudar con subsidios o de la manera en que los expertos consideren posibles. De esa manera tendríamos fuentes de trabajo para nuestro pueblo, protegeríamos el medioambiente y preservaríamos el oro hasta que sea conveniente su extracción quizás entre otros minerales. Sería bueno que el eslogan «se puede» de la coalición gobernante del país se ponga en práctica en esto.
De ninguna manera estoy diciendo que no debe hacerse ningún tipo de minería, pero si realmente queremos el bienestar del pueblo no sigamos con el modelo de explotación minera actual. Eso requiere que excluyamos al oro de los proyectos extractivos hasta que se den las condiciones políticas y económicas adecuadas, dejemos de regalar nuestros recursos al capital transnacional, agreguemos valor a lo producido, distribuyamos mejor las ganancias, formemos recursos altamente capacitados y desarrollemos tecnologías específicas con vistas a una menor dependencia de recursos del exterior, promovamos la formación de empresas o conglomerados de empresas nacionales interesadas en la actividad que en lo posible no necesiten «malos amigos» para producir, etc. Nótese que algunas de las propuestas implican un profundo cambio en la legislación actual en la materia.
Conciudadanos, sin importar banderías partidarias, el oro NO.
Miguel A. Harvey
DU 10.187.124